Hieren en lo más profundo, penetran el corazón y lo desgarran. Se sienten los cortes y de repente arden. Abren tajos a través de los oídos y hacen sangrar los tímpanos.
Pero por un momento olvidé que es el miedo lo que hiere más que las espadas.
Pero por un momento olvidé que es el miedo lo que hiere más que las espadas.