sábado

Soy libre porque puedo escribirlo.

Olvidarse de los problemas para poder distraernos, o no olvidarlos para poder expresarlos. Es dejar que los pensamientos viajen y recorran cada recoveco dentro de nuestro fuero interno, para encontrar recuerdos y limpiar capas de polvo y telarañas. Es dejar que los pensamientos fluyan, para que nos hagan levitar, desafiando las leyes de la física y gravedad, para que podamos terminar en universos desconocidos, las famosas dimensiones paralelas, que la creatividad jamás limita, sino que alimenta. Nos damos la oportunidad de despegarnos de la realidad y encontrar un propio lugar dentro de nuestra imaginación. Un lugar donde sea posible respirar con los ojos cerrados, donde cada exhalación es un suspiro del alma, que sopla y que aleja dolores o preocupaciones; donde cada exhalación desprende ropa, desnudando el cuerpo y liberando al corazón. E inhalar es inspirar, pero inspirar al espíritu para que siga siendo osado, dando la valentía y los motivos necesarios para concretar la autenticidad de un propósito sincero, que no lucra, que es puro, porque es un sentimiento.

jueves

Fue así como dejaron de escucharse garras afiladas, desesperadas por interrumpir en la puerta de mi cuarto. Cesaron los ruidos toscos, por la noche, y en los pasillos de la casa. Las puertas ya no se abrían solas ni desaparecían las cosas. 
El silencio hacía eco en las cuatro paredes de mi habitación. 
Mi gata no se volvía loca por entrar en mi cuarto y molestarme, acostarse en mi ropa negra, para llenarla de pelos blancos. No roncaba al lado de mi puerta las noches que la hacía dormir en el pasillo. No saltaba a los picaportes para entrar a la casa cuando de quedaba afuera. 
Sini no estaba. 

miércoles

De las cosas que llegan cuando uno deja de buscarlas.

El colectivo no frenó y casi tuvo que subir en movimiento. Hacía calor y ella no llevaba puesto el sweatter, los hilos eran muy gruesos y de por sí se asaba con esas calzas negras. Se abrigaba tanto pensado por las mañanas: no es lo mismo el clima a las 7 AM, que una vez amanecido el cielo y secado el rocío. El choffer de las 3 hoy no era el mismo que el de mañana. 
"Hola, Dany, ¿cómo andas?", era, en parte, una pregunta en retórica, solamente le interesaba comprar el boleto y volar hasta el asiento. 
Miró de reojo como para verificar si había algún conocido para conversar y pasar el viaje más rápido: una pareja joven, una señora con cara de cansada y un pelado con una guitarra. Así que siguió de largo y se sentó en el lugar de siempre, "los ante últimos asientos antes de la puerta, no muy lejos, pero tampoco tan cerca; un lugar para mí, y otro para el bolso." 
Se disfrutan más con auriculares mirando por la ventana al panorama, pero estaba roto el MP4. 
Le gustaban los comics, "quisiera que mi vida fuera tan bizarra como la de Scott Pilgrim". Ya iba por la mitad cuando llegaron al centro.
Que te toquen el hombro te hace sobresaltar un poco: primero miró su mano y un papel que estiraba, ella aceptó el papel como si fuera una invitación, y agradeció sin estar segura de qué decir.

Fue un gesto, fue un regalo: un poco de suerte. 
Supongo que es de esas cosas que son especiales, únicas.
Gracias al pelado por el trébol de cuatro hojas, hace rato venía buscando uno!

martes

El desorden de la pieza y el desastre de mi vida.

Habían zapatillas donde deberían haber lápices, habían golosinas donde deberían estar las medias, habían silencios en donde deberían haber palabras. Había ropa sucia mezclada con la limpia, y gente de mierda disimulando en su hipocresía. Habían camisas arrugas y sweaters manchados. Habían jeans cubiertos en barro y una campera estropeada por las polillas. Habían días de lluvia y fines de semana vacíos. Hojas de revistas, y futuros collages que nunca fueron terminados. Cosas que debí haber dicho y que nunca me animé. Miles de millones de diarios; de la semana pasada, de ayer, de hace un año... Recuerdos de los 4 años. Recuerdos de hace un mes que no están dónde deberían estar. Hojas de borradores, demasiados borradores. Demasiado pensar, bollos de papeles al rededor del tacho. Dibujos a medio terminar, bosquejos, ideas, algunas reflexiones y títulos de historias. Anécdotas que sólo irán a parecerme cómicas hasta dentro de 5 años. Notas para terminar la tarea, para buscar información, un número de teléfono y la lista de las que cosas a comprar en el centro. Ambiciones y proyectos, ganas de hacer cosas y vagancia para mandar todo al carajo. Fotocopias de física, apuntes de biología, machetes de geografía y notas de análisis de historia. Trastornos imaginarios, y una imaginación tremenda. Una musculosa sucia, el mail de la Procichiani, y la data para las olimpíadas de filosofía. Nostalgia y vacío. Bronca. Más papeles borradores. Amores del pasado, y miedo a lo desconocido. Terremotos de ropa en el placard y tsunamis de recuerdos en mi cabeza. Juguetes de cuando tenía 6 años, ganas de tener 6 años. Libros y latas de champigñones; más libros y poco tiempo para leerlos. Separadores a medio capítulo, faltando poco para terminar. Una lámpara rota colgada de la puerta. Fragmentos de vidrio, los pedazos de un corazón que ya no es el mismo. Saquitos de té secos. Escondites para las cosas, y algunas opiniones que, sería conveniente que nadie encuentre. Pelos de la gata sobre la ropa negra. Palabras fuera de lugar y maniobras evasivas. Situaciones que no quiero enfrentar y madurez que no quiero adquirir. Cáscaras sin nuez, y algunos copos de cereales de desayunos improvisados. Vasos sucios, de esas noches que me secan la garganta. Pañuelos usados, de esos días que me llegan a paspar la cara. Agendas que nunca supe usar, y consejos que no supe aprovechar. Álbumes de fotos y cosas viejas que no puedo tirar. Pilas de cosas que no quiero perder. Pérdidas que me carcomen la cabeza. Sueños que nunca despego de la almohada. Corpiños que se secan sobre el calefactor. Entradas de un concierto que se estropearon por la humedad. Un espejo apoyado en la pared. Experiencias a las que me aferro y no quiero soltar. Luz que entra por la ventana. Calor que calienta mi cara. El mp4 que debe estar tirado en algún rincón. Música, que está siempre, y en todos lados. Citas de Voltaire pegadas en la pared, algo que me dijo y que nunca me pude olvidar. Secretos ajenos y confesiones propias. La cama destendida y un insomnio encima. Artículos sobre el periodismo, la verdad que necesita ser difundida. Expectativas de vida y vacíos existenciales. El DNI arrugado y una identidad a construir. Recetas de comidas y algunos trastornos alimenticios. Raid para los mosquitos y las mariposas en mi estómago. Un libro sobre la vida que no termino de leer, y esas entradas inconclusas que dejo en finales abiertos.


miércoles

A veces las ganas de escribir ciegan mi creatividad y escribo cualquier cosa.

Cuando me pregunto a mi misma sobre qué escribir una entrada me siento tan común y tan corriente...
Al momento de subir al cole, de caminar a mi casa, de ver y de hundirme en esos ojos llenos de miel y dulzura, o de plantearme en dónde quiero estar dentro de diez años, o cinco, que me pregunten que va a ser de todo cuando nuestro tiempo sea otro más lejano, pero más instantáneo a la vez, es como si mis pensamientos me llevaran a lugares muy profundos, donde me debato internamente mi existencia y mi propósito en la vida... Capaz para terminar imaginándome en situaciones para las cuales me falta el coraje para experimentar, o para decirme a mi misma lo idiota que fui y lo que debí haber dicho, culpar a la edad, a las hormonas, a la menstruación, repartir mis arrepentimientos a otras razones con tal de no admitir que es momento de madurar. 
Es que al final de cuentas me doy cuenta de que mis problemas son tan superficiales. No estoy pensando en las minas que siguen enterradas en Afganistán o Irák, (son brillantes y los niños pueden confundirlas con juguetes), menos aún en las mujeres de Somalía, (que sufren abusos por cultura), o en Lalo, siquiera, (está teniendo dificultades de salud). 
Perdón. Cuando sea periodista de investigaciones, prometo compensarlas todas, pero por ahora, dejenme pensar en lo que quiero de mi misma, quejarme del colegio, distraerme con las ventanas, ruborizarme por un mimo. 

domingo

Conflicto...¿con C de "casa" o de "colegio"?

Si seguimos dando vueltas, nos vamos a marear.
Caemos en picada y no sabemos dónde aterrizar.
Una profunda inspiración antes de saltar, para estrellarme contra el planeta tierra y volver a la realidad.


No sé qué es peor, si estar en mi casa, o en el colegio. Capaz por eso me paso el tiempo en la parada del colectivo. 

martes

La inspiración no era el móvil de la creatividad; la inspiración era el proceso mediante el cual el cuerpo incorporaba aire a través de las vías respiratorias.

 Caiga o no caiga la nieve es más, o menos frío, usar ,o no guantes, abrochar, o no la campera. Los copos que se pegan en el pelo y las pestañas son molestos. Los roces entre manos congeladas lastiman, y queman por la escarcha. Las charlas son demasiado superficiales y cortas como para dejar que el aliento junto con su calor se escape. Bajar antes del cole es cagarse de frío y caminar de más.
No había inspiración ni ganas de hacer algo estúpido y espontáneo. 
¿Qué se decía en estos casos?
Seguía encontrando móviles para escribir, pero las producciones eran aburridas, calculadas y realistas. 

miércoles

Okey, let's talk about Kevin.

Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, en lugar de refregarle todas las cosas que no pude hacer de mi vida, le habría inculcado el poder de voluntad para que pudiera realizar los suyos propios. 
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, le habría hecho cosas ricas para comer.
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, le habría hecho mimos todo el tiempo y le habría dicho lo mucho que lo amo.
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, cuando pintó mi cuarto con pintura, me habría relajado, y lo habría felicitado por la creatividad, le habría ofrecido ayudarle a hacer lo mismo con el suyo.
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, habría buscado ayuda. De un psicólogo, de un asistente social, de un mediador, cualquiera. 
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, me habría abierto a dar el primer paso dejando de lado el orgullo. Siendo paciente y tolerante, atenta y comprensiva.
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, habría tenido en cuenta que es un nene, y que no mide del todo las cosas que dice o hace. Lo habría educado y orientado para que diferencie lo, moralmente, bueno de lo malo; y para que relacione las consecuencias de lo malo.
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, le habría hablado más todavía. 
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, le habría comprado ropa, cualquiera fuera la cosa que le gustara, y mañas de adolescente.
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, no habría permitido que matara a su propio padre y a su propia hermana. 
Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, en esa visita en la prisión para menores le habría hablado de la admiración que sentía su hermana hacia él, del amor incondicional que le tenía su padre. 


Si yo hubiese sido la mamá de Kevin, me habría sentido una mujer tan importante, con un deber por cumplir, con el mundo y con mi hijo, porque si realmente era genéticamente un sociópata asesino, entonces debería haber hecho lo imposible por ayudarlo. 


Por alguna razón, Kevin me recuerda a Gollum... Estaba desquiciado. Necesitaba amor y atención para recuperar el uso de la razón.*




*Toda la entrada hace referencia a la película: Tenemos que hablar de Kevin. La recomiendo. 

lunes

Un día soleado ya era inusual en invierno, de por sí.

El sol mantenía tibia mi cara, hace rato me había entregado al calor y cada tanto subía la cabeza, cerrando los ojos, en dirección al cielo, "que venga a mí", pensaba, "que me siga calentando", "que dure". Me sentía cómoda mientras esperaba el bondi.
Me pregunté cómo me vería desde afuera: chica con pelo por encima de los hombros, decolorado para verde, los chillones auriculares rojos, el sweater negro para el look desaliñado, El Retorno Del Rey entre las manos...
Algo que me gustaría ver en una foto, cómo me veo desde afuera.
Y sonaba See You de los Foo's en el mp4. Y Saruman sentía una mezcla de admiración, respeto y odio hacia Frodo en la Tierra Media. 
Y el flaco me escucha cantar en voz baja, qué vergüenza. Se para a pocos metros de donde estoy yo, y lo miro. Y es fachero, se viste bien y no estoy segura, será turista o lo habré visto antes? No es boludo y nota que lo estoy mirando. Y se acerca. Yo estoy leyendo.
- Disculpame...


Y yo estoy segura de que me va a preguntar si pasa el cole o si lo estoy esperando. Me saco los auriculares. 


-... ¿Te molesta si te saco una foto mientras leés? 
- (Whatss...? Jajaj.) No, no hay drama!


Me sonríe... Usa braquets.
Sigo escuchando música y trato de retomar la lectura. Él vacila y no sabe si sacarla mientras le sonrío, o si esperar a que siga leyendo. Me causa gracia, la foto la saca con su celular de muchos megapíxeles.


- Listo, gracias! Vos, sos de acá, ¿no?
- Sí, sí.
- ¿Sabés en dónde puedo tomar algo, así tranqui a la noche?
- Mmm, Baulhaus está bueno, yendo para Manzano. O el Viejo Fred también me copa, hacen pizzas y comidas caseras.
- Ah, bien, ¿y bandas que toquen en vivo?
- Y... Un lunes sería raro acá en Villa La Angostura.
- Ah, ¿no tocan los lunes?
- No... Bah, por ahí en Baulhaus en una de esas sí, aparte es una cervecería también. Está bueno.
- Uh, cervecería, mejor! Jaja. 
- Sí...
- Bueno, gracias, che! Suerte!
- No, por nada! Chau!


Y "sos raro", pienso. Pero en una dimensión paralela, una dimensión en la cual yo no tuviera bastantes años menos, habría reaccionado. Qué chabon, qué chamuyo tan original. Such a shame. 

jueves

Es inútil.

Ahora sentía que los chamuyos, las excusas... tantas idas y tantas vueltas, perdían la adrenalina y se convertían en respuestas incoherentes, que después de ser tan repetitivas se hacían enfermizas, concluyendo en la frustración: porque siempre caemos en lo mismo. 
Capaz no deberíamos esperar tanto el uno del otro.
Ese es nuestro error... Que esperamos donde ya no quedan esperanzas.


Que loco es empezar una nota pensando en una cosa y darte cuenta que en realidad estabas escribiendo sobre otra.

sábado

Anoche.

Hacía frío, llovía. Ahora se daba cuenta de que el vagabundeo no era un estilo de vida para cualquiera. La calle nunca era tan jodida hasta que se hacían las 4am. Se le antojaba una cama calentita, se habría conformado con un colchón en el piso, y aprovechando que soñar es gratis, por qué no, un té de boldo caliente.
Enroscada en su brazo, agradecía la compañía, pero habría preferido no haberla necesitado. Era buena amiga, siempre era tierna con ella. Rechazó su campera, y le dijo que estaba bien, que caminando iba a entrar en calor. 
Los chicos de enfrente compraron facturas, "qué hijos de puta". ¿Ninguno tendrá hora? Les daba vergüenza pedir un célular con crédito. En la panadería, el vidrio empañado por el calor hacía que el alma se llenara de anhelo, y de ese anhelo que te hace querer resignarte y aceptar que es solamente un deseo. Más pensamientos platónicos. Quiso dibujar una carita feliz en el vidrio, pero eso solamente era posible desde el lado de adentro... "¡Cómo quisiera estar del lado de adentro!
Esquivando charcos y tratando de silbar. Las zapatillas mojadas pesaban más que los borcegos; nunca había aprendido a silbar. La campera, le había dicho antes de salir, pero le contestó que no iba a ser necesaria, los viejos las iban a estar esperando apenas terminara la joda. Pero ahora no estaba ahí, ni ella, ni sus viejos, tampoco la campera. 
Minutos antes habían halagado la campera de cuero, "ya me lo habías dicho antes, gracias", pero eran cosas solamente superficiales, no calentaban, el corazón estaba frío, y también los brazos. Las caricias no eran tibias, y la campera de cuero no era térmica. Pero era lindo... Y la campera también era linda. 
Aún así habían cosas de las que no se arrepentía. 
El pelo verde era muy loco, sí, era muy loco. Pero había que encontrar un lugar en donde esperar, le dijo. Había que dejar de conversar de cosas estúpidas, así que le pidió que se rescatara. Ya demasiadas escenas le había hecho pasar cuando quiso hacerse la grande al frente de la cana.
A veces lloraba cuando tenía miedo, así que le agradeció a ella por consolarla. 
Los pensamientos siempre se iban al carajo. En el fondo, de todas formas, sabía que no se iba a morir.


Nunca más, se dijo, una vez ya acostada en la cama. 


El vagabundeo y la joda funciona para los que tienen auto, y celular, o para lo que viven en El Once.



jueves

Hace frío, dijo. Dió vuelta un tronco y las chispas se desparramaron.

Primero calentaba mis pies envueltos en camperas, llegaba a mi cara y la suavizaba. Dibujaba en mis lentes el reflejo de un fuego que no ardía, un fuego que acariciaba y trataba de secar las penas que se asomaban en el borde de las pestañas. Me daban ganas de tocarlo, de sentirlo... De fusionarme y ser parte de su calor.
Desviaba mis pensamientos como tanto yo lo mirara. Y era inevitable no mirarlo. Las llamas trepaban por la chimenea y se arrastraban entre las brasas. La niñez que me habría gustado tener y el futuro que me esperaba. El vacío existencial que seguía siendo un vicio vitalicio y una constante búsqueda en la identidad que yo misma estaba tratando de materializar. Una aurora de colores, generada por una combustión química, cosas que yo no quería entender de la vida, el arco iris era generado por la aparición de un espectro y las frecuencias de luz. Seguía siendo mágico para mí. 
El silencio se interrumpía. Se consumía la leña. Retomaba el hilo de mis pensamientos, para que me consumieran a mi misma de la misma manera. Repetía palabras de hace un año en mi cabeza y reproducía canciones de 1998. Nostalgia que me incendiaba y cenizas de recuerdos. Mis manos sobre el fuego, tibias, después sostenían mi cara y trataban de calentarla. 
Afuera seguía lloviendo. 


miércoles

Inviernos sin abrazos tibios.

El frío ardía en la piel. 
Los viejos recuerdos que se habían grabado en el tacto, las caricias, los abrazos, los golpes, todo estaba congelado en su lugar y en su momento.
Las manos se sentían adormecidas, el hielo siempre había sido una buena manera de anestesiar el dolor, pero no las penas.  
Nos mata el orgullo y el frío, tan distante,  en los ojos, las palabras cortan como estalagmitas, se desprenden de nuestras bocas y caen en nuestras orejas, rompiéndose en miles de pedazos dentro de nuestras cabezas.
Y ahora, sobre esta capa de escarcha que recorre mi cuerpo se pegan palabras de despedida, sobre mis labios, en mis oídos. Perdones y arrepentimientos que se condensaban en mi aliento. Lágrimas que se congelaban para pegar pestañas. Vanos intentos en separar los párpados... Nos damos por vencidos y cerramos los ojos. 
El cuerpo ya no tiene mecanismos de defensa, está cansado de tiritar. 
Nuestros pensamientos se refugian en playas paradisíacas y calefactores. Soñamos con soles, y cielos sin nubes. Susurros, palabras que descongelan glaciares; mimos, movimientos que te hierven la sangre.
Una última caricia que se siente áspera y crujiente. Ya es muy tarde para cortar con toda esta frialdad. 
Copos de nieve y esperanzas que caen al piso. Se hacen parte en una multitud para perderse, y nunca más reencontrarse.

(publicado en 23/05/2012)

lunes

Estoy enojada, y me siento mal por no haberle preguntado a aquella nenita qué era lo que le pasaba, por qué lloraba.

La gente sabía que preguntar era de mala educación, que mirar, era incomodar, y que incomodar, también era de mal gusto, y por ende, de mala educación. 
Y nos daba vergüenza ser unos mal educados e ir en contra del sistema educativo, porque lo que no nos enseñaban era que el ir en contra, el ser unos incorrectos, nos convertía en rebeldes.
No nos enseñaban que el tener convicciones y fuertes argumentos, el luchar por una causa, nos convertía, por sobre todo, en rebeldes.
No nos enseñaban que los más grandes pensadores eran rebeldes en la ciencia y la historia, que rebeldes, eran los revolucionarios, que los revolucionarios también podían ser libres. 
Así que, creyéndonos correctos, sin saber que realmente eramos esclavos, que al ser "bien educados" estabamos siendo sometidos, sin saber lo que es un fundamento, una razón, o una motivación, sintiendo vergüenza, vergüenza por sentir empatía, por querer acudir a una persona que lo necesita, siendo ajenos a la situación, pero aún así tratando de desactivar en nosotros mismos esas ganas de ayudar y de consolar. Porque todos nosotros sabemos lo que es sentirse mal. Todos nosotros hemos llorado y sabemos lo que es que duela. Y no podemos evitarlo, no podemos evitar llorar, ni querer abrazar a alguien cuando llora. Pero uno se acostumbra.
Y es por eso que ahora cuando caminamos por la calle, no acostumbramos preguntar. No miramos, no incomodamos. No nos interesa siquiera lo que a otro le pase.

jueves

El café, la bebida de la gente seria y adulta.

Llegar a fin de mes, pudiendo pagar cosas innecesarias que no cumplen otra función que no sea alimentar el capricho insaciable por consumir. Dejar cada montañita de polvo en el lugar indicado, que es el único y el ideal para cada cosa. Levantarse a las 8am y prender la tv, para empezar el día con las noticias, y apagarlo a las 11pm, una vez finalizada la programación chimentera. "Que fulanito se divorció, porque menganita lo engañó". La cena de los sábados con esos amigos de la familia que son insoportables, pero todo sea por mejorar el status social. La arrogancia que no te permite escuchar ni aprender, haciéndote sentir que ya las viviste todas y te sabés la enciclopedia de memoria. Los expedientes que quedaron incompletos, y el informe que el jefe nunca en su vida se va a tomar la molestia en leer.  Todo es no, todo es negativo, para todo es tarde, todo es resignarse.
El café todavía tiene sabor a adultez, tan amargo y aburrido.

domingo

Si estuviera durmiendo no me rompería la cabeza con estas pelotudeces. Voy a culpar al azúcar, estoy pasada de rosca.

A veces tenía ganas de sentir cosas reales, dejar de lado la superficial sensación de una tijera arrasando con mi pelo, o la de la textura tipo mousse arruinando y envejeciendo mi piel; el ardor en mis ojos que causaba la cosa que sale del pincel del rimmel, o del delineador líquido, o esa espuma que me hacía sentir frío cuando la desparramaba en mi cabeza, despeinando mi pelo, y que rozaba mi nuca. También las quemaduras de la planchita cuando le erraba al morocho cortito y la pasaba sobre mi oreja, derecha generalmente. Me aburría de pasar horas frente al espejo, escondiendo panza y endureciendo los abdominales, para frustrarme cuando me tocaba relajar la gula; probarme cinco jeans diferentes porque siento que ninguno me hace ver bien el orto, que cada vez lo siento como que está más chato. 
Y, justamente, patética me siento por preocuparme por estas cosas. 
Porque patético es comparar mis cejas con fotos de celebrities, y preguntarle a todos en mi casa si se parecen. Patético es querer parecerme, patético es el no entender que soy diferente, que soy única, y que una comparación, por menos significante que sea, es inútil. 
"Bueno, chicas, pero si vamos a compararnos unas con otras, somos todas horribles, o somos todas hermosas, porque somos diferentes, ¿qué estamos comparando, y a partir de qué parámetro?"
Pero soy hipócrita. Digo cosas que se contradicen con mis actos. 
Me miro al espejo, y me acerdo, la luz de mi cuarto es una poronga. Aparto la vista, y veo una de las fotos de dejé abierta en el buscador de google. Y, aaaaaaay, mierda. "Su pelo es hermoso, ¿por qué a ella le queda bien el corte? Odio a los peluqueros, siempre hacen lo que quieren en tu cabeza. Yo quería tenerlo como ella, tengo la pinta de una nena de 4 años. Argflskdjhfkajhsdf, me odio a mi misma. Y odio a esta sociedad consumista, que te estereotipa y te presiona, para que te compares y para que después se te baje la autoestima."
Y después llega el insomnio. Pensamientos negativos que me carcomen la cabeza, que me estresan, y que hacen que me salgan granitos. 
"Culpemos a la histeria y comamos helado de chocolate, Julieta."
No, no estoy indispuesta. Soy un desastre emocional los 28 días del ciclo femenino.

jueves

(En negrita, porque es algo que quiero destacar).

Una dosis de autodestrucción... De esas que te desequilibran y generan cambios internos en tu personalidad. Pero vanamente, aún más sabiendo que en el fondo seguís siendo la misma garcha. 
Pero te das un poco... 
Ataques de rebeldía, impotencias reprimidas, pelo corto y cicatrices.
Dejando de lado las cosas que nos gustan, para volver a la monotonía de la rutina y el drama de la adolescencia. 
 ¿Retomando viejos hábitos, entonces?
No deja de ser problema mío.


Neeeeeeeever ending... Same old story! 

miércoles

Y me descubrí a mí misma pensando, otra vez!, en lo mismo...


¿Y a quién dedicaba esa secuencia de recuerdos que no eran del pasado?
¿A quién estaba mirando fijo mientras me comía un pancho de puesto comprado con monedas que recolecté de por ahí?
¿Con quién soñaba mientras me imaginaba llegando a la casa? 
¿Quién estaba mirando las estrellas desde el patio?
¿Con quién llorábamos de felicidad?
¿Quién me agarraba la cara y me decía que me amaba?
¿Quién se sentaba del otro lado de la cama mientras me contaba su día?
¿Con quién me escapaba?
¿A dónde íbamos?

Que decente, que inteligente que es. 
¿Nos veremos juntos frente al espejo dentro de diez años?
¿O nos veremos separados, y por un vidrio?
¿Una ventana del bondi o el mostrador de una vidriera? 

Me descubrí a mí misma pensando en lo mismo.

Y eran pocas oraciones con muchas comas, párrafos cortos.
Pocos párrafos cortos, y sí, microrrelatos.
Pero eran dedicatorias y eran piropos.
Y además eran sonrisas, sonrisas de las que habían entre beso y beso. 
Besos después de risas, risas después de comentarios irónicos.
Nadie nos entiende. Estamos locos de remate.

martes

El viceministro de economía de Argentina ♥

Nota: 
Hace un rato escuché el debate por la expropiación de YPF. Esta nota no trata del contenido en sí del debate, si no del impecable prejuicio que me armé sobre Alex Kicillof.
Primero me llamó la atención el hecho de que fuera tan joven. Creo que, justamente llamaba la atención dado el contraste que generaban sus colegas sentados alrededor suyo. Sacando mis propias conclusiones, deduje que debía ser un hombre de muchas ambiciones, más allá de haber sido trabajador o no, dado que eso no me interesa. Seguramente desde joven habrá tenido muchas proyecciones, y sobre todo, noté esas ganas de lograr cambios, cosa que me hizo sentir empatizada. De cualquier forma, es miembro del Senado de la Nación. No, más que eso. Es el Vicepresidente de Economía.
Hacía comentarios fugaces, pero eficaces. Directamente al punto. Fresco y con energía. Desafiante, y sin piedad a la hora de soltar la posta. Una nota de sarcasmo a la hora de señalar las deficiencias de las (corruptas y extremadamente capitalistas) empresas petroleras. Siempre consideré que una persona que tuviera semejante fluidez para manejar situaciones que requieran de un alto coeficiente intelectual para ser entendidas, con cierto humor, es interesante.
Probablemente se ganó mi corazón por hablar con cierta autoridad, sin ser autoritario, si no, más bien desde su lugar en este país democrático. 
"Que chabon", repetía en mi cabeza, sabiendo que el comentario se hacía poco, a medida que lo seguía escuchando. 
Más allá de todo esto, me hizo ver otra perspectiva. La verdad es que del tema de la expropiación de YPF no tengo un muy amplio panorama. Pero aprendí bastante del tema en esas 2 o 3 horas que escuché de su exposición. Eso me conquistó. Porque cualquier persona que me ayude a entender todos los aristas del cubo, se va a ganar un espacio en mi cabeza dedicado a delirar con un año sabático viajando de mochileros por el oriente. 
Esos ojos claros, de mirada profunda y grave, esa sonrisa seria y sincera y la nariz perfecta. Ni hablar: morocho tenía que ser. 
En resumen: inteligente, ambicioso, centrado, apasionado, seguro, de buen carisma... Estoy enamorada.
Y a medida que busco artículos y fotos para adjuntar a la nota, no hace menos que enamorarme aún más:



Quién es Axel Kicillof, el economista estrella de La Cámpora

(Y POSIBLE FUTURO MINISTRO DE ECONOMÍA)


http://www.periodicotribuna.com.ar/9187-quien-es-axel-kicillof-el-economista-estrella-de-la-campora.html




Kicillof justificó el cambio de postura de CFK sobre YPF y criticó a Repsol

"Han exprimido hasta la última gota", disparó el vice de Economía en el Senado. De Vido, en tanto, dijo que ya hay empresas que quieren invertir.


http://www.perfil.com/contenidos/2012/04/17/noticia_0026.html


Argentina dice que no pagará a Repsol lo que pide por YPF

El viceministro de Economía argentino, Axel Kicillof. | Efe
  • 'Que ningún payaso venga a decir que la empresa no tenga importancia'
  • Kicillof garantizó que Argentina va a asegurar la rentabilidad de YPF
  • Repsol 'tendrá que pagar' por supuestos daños ambientales en el país

http://www.elmundo.es/america/2012/04/17/argentina/1334684749.html
El viceministro de Economía argentino, Axel Kicillof. | Efe

jueves

2/5 de las cosas que habré pensado en los 6 minutos que me tomó escribir esta nota, que surgió de la nada, sin ningún significado aparente.

"Marie Curie fue la primer mujer en dedicarse a nivel profesional a la ciencia y el estudio de la química. Por sobre todo la radioactividad [...]" In my life, I have seen people walk into the sea, just to find memories "[...]pero en esa época los estudios sobre la radioactividad eran escasos; otra de las razones por la cual se dice que la química se estudia de improviso[...]". Shake me down, not the people left arround, who knows now? 
Es que ya pasando la ante última hora del ante último día de la semana no me dan muchas ganas de hacer algo. Es como cuando el viernes ponés poca pila y te relajás... A mi me pasa en cada última hora.
Radioactividad. Un tema que conozco, y que me interesa. Pero que no me atrae un jueves a las 12:38 del mediodía. 
En cambio me pongo a pensar en causas perdidas. Todas esas cosas que carecen de interés general, de las cuales la gente se aburrió de charlar, los temas de conversación que nadie sigue, que nadie entiende, para hacerme la cabeza con historias que no tienen fin, historias que ni siquiera tienen principio. Reformulando en mi cabeza preguntas que nunca formulé, ni formularía, todas empezando con "y si...?". Conversaciones que no se llevaron a cabo, situaciones que nunca viví, para nunca vivir. Adolescencia floreciendo en mi piel, y las semillas de algunas cuestiones adultas que esta sociedad plantó en mi cerebro. 

Entonces empiezo a repasar en mi cabeza los recuerdos que quedaron grabados en las retinas de mis ojos. "Pensás en mil quinientas millones de cosas a la vez, cómo haces?". Y si, mi maldición, no poder parar de pensar, para pensar en nada, o peor, para pensar en cosas que no merecen mi atención. En lugar de pensar en los rayos radioactivos alfa que tienen descargas positivas le doy vueltas a mi cabeza con el análisis de una canción. Es que escuché la letra, y me quedaron grabadas muchas partes que me parece que me identifican, pero después veo el video y no lo entiendo, no entiendo cómo se puede interpretar la muerte de una canción con la cual empaticé en algunas de las cosas que creo haber sentido. Todo el día tratando de hacer de mi vida un psicoanálisis general, que en síntesis podría resumir mis experiencias a lo largo de estos estúpidos cat... No. Quince años. Porque todavía me olvido de que tengo 15 años. Como ayer en el consultorio de la dermatologa... Es que con esos auriculares gigantes, apretar Play en una canción es como decirle Chau al resto del mundo, y así es como me cuelgo y me pierdo y después no entiendo nada. 
- Quién sigue?
Y menos mal que existe la honestidad y la buena voluntad en algunas personas; me habría llevado otra media hora que me atiendan. Entonces la mina me pide la orden de consulta, me pide la firma y mis datos.
- Edad?
Y entonces yo vacilo, y me atropello con mis palabras. Tartamudeo un catorce, y me acuerdo de que no. De que ya soy una pelotuda grande. 
Me digo a mi misma que tengo que dejar de ser tan desatenta, que tengo que empezar a preocuparme por los problemas reales que implica el tener mi edad y el estar en 3er año. Me digo a mi misma que debería ponerme las pilas, dejar de pabear con un blog, y buscarme algún laburo como columnista en algún diario on-line, hacerme algunos pesos, ahorrar, para que dentro de tres años me pueda bancar un buen apartamento y mis estudios tercearios. 
"[...]descubriendo nuevos usos a la radioactividad, como en la medicida y en los usos nucleares." Y se apaga el proyector. Y se prenden las luces del curso.
Alguien pudo contestar la guía de preguntas con el video?


Entonces aterrizo, y de repente tengo los pies sobre la Tierra.

lunes

Me agarró un ataque por querer vivir más espontáneamente.

Eliminé el gadject del reloj. 
Fue por impulso y sin pensarlo.


No quiero saber la hora. No quiero tener horarios. 
Si pienso en el tiempo, quiero que sea recordando.

domingo

Miércoles 4 de Abril del 2012, Quilmes Rock: Sin palabras!






 Podría empezar por contar cuánto tiempo esperé para que vinieran los Foo Fighters a Argentina; podría continuar contando lo que me costó convencer a mis viejos para que me dejen ir cuando me enteré de que confirmaban que venían. Podría tratar de describir mi alegría cuando me dijeron que me llevaban, mi decepción cuando me dijeron que no me podían llevar y seguir con la euforia que me agarró cuando leí el mail de Liverpass confirmando la compra de las entradas.


Otra opción sería hablar de mi fanatismo con los FF, de las veces que me quedé encerrada en el cuarto para cantarme "The Colour and the Shape" entero; las infinidades de veces que en la ducha habré cantado "My Hero", "See You", o "Best Of You". Ni hablar de cuando los auriculares estaban al tope, y yo sin darme cuenta gritaba "What if I say I'm not like the others? What if I say I'm not just another one of your plays? You're a Pretender! What if I say I will never surrender?" o "You are not the one, but you're the only one who can make me feel like shit!". Mencionar los bancos del colegio bautizados con "Cold day in the Sun", "Walking After You",  "Times like These". Cuando al costado de las hojas del colegio escribía "Don't wanna be a Monkey Wrench".


Se me ocurrió capaz tratar de contar los nervios del orto, y las ansias de la re puta madre que sentí desde las 6am que me desperté, y la mierda que fue el resto de la mañana, que pasaba tan rápida, pero a la vez tan lenta. La emoción, la euforia. Más de 6 años acumulando tantos sentimientos desde que la banda es una de mis preferidas.
Que desde que empecé a tener gustos propios y a formar mi propia personalidad, mi "identidad adolescente", los Foo Fighters estuvieron siempre en mi Playlist. 


Otra cosa que podría tratar de hacer es contar cronológicamente el recital. Contar que el tráfico había sido una miérda, y me perdí de Massacre, pero que para cuando llegué se estaba presentando Cage The Elephant, una banda que nunca en mi vida había conocido, pero que definitivamente me encanta. No sabría decir lo loca que me volvía cuando veía a Brad Schultz sacudiéndose en el escenario, como un enfermo, enredándose en los cables del micrófono, saltando, gritando. Tres veces se largó al público! Le trataban de sacar la remera, los pantalones, cayó al piso, lo levantaban, el flaco seguía cantando, revoleando el micrófono para donde sea que pudiera. No me atrevo a tratar de contar cuando en el cierre del concierto se tiró del escenario, para llegar hasta el fondo del campo. Que chabon, por dios. ¡Lo amé! 
¡Que manera de sacudir el pelo y mover las caderas en plan Rock Star cuando subió Joan Jett and The Black Hearts al escenario! Lo de Joan Jett me parece más para bailar que para escuchar, no considero que sea de esos artistas que puedo escuchar hasta hartarme, pero que puedo bailar hasta el cansancio ni lo duden. 
Tv on The Radio se hizo eterno. Hace unos años había escuchado algo de ellos, y me pareció copado! Estaba en una lista de canciones a descargar en mi teléfono, pero en el concierto no me gustó para nada. Fue aburrido. No me fui a recorrer el resto del campo porque sabía que lo se venía iba a dar con todo.
¡Los Arctic Monkeys! ¡Eso! Que manera de poguear con los Arctic Monkeys! Teníamos que estar cerca del escenario a cualquier costo, y los moretones y rajuñones que habré ligado lo valieron. Porque por cantar a gritos "And they say it changes when the sun goes down!" no tuvo precio! Ya no dábamos más. No podíamos ni rebotar del calor, no podíamos ni cantar de la deshidratación en nuestras gargantas, y, que opotuno, ¡cayó un diluvio torrencial! Escurríamos agua por el pelo, por las zapatillas, nos pesaba la ropa, pero no teníamos frío, porque lo que se vino con el cierre nos mantuvo calientes: "You used to get it in your fishnets, now you only get it in your night dress. Discarded all the naughty nights for niceness. Landed in a very common crisis. Everything's in order in a black hole. Nothing seems as pretty as the past though that Bloody Mary's lacking a Tabasco. Remember when he used to be a rascal? Oh that boy's a slag... The best you ever had, the best you ever had is just a memory and those dreams. Not as daft as they seem, not as daft as they seem... My love when you dream them up...!"
Les encantaría si yo contara lo de los fuegos artificiales. Qué carajo... salieron fuegos artificiales a los costados del escenario. Mágico!
Trataría de narrar que cuando se terminó el pogo de los Arctics caímos en la cuenta del frío de la puta madre que hacía. Eran 15min entre banda y banda. Estábamos más sacados que nunca. 15min para lo que estuvimos esperando toda la puta noche! La razón por la cual no nos fuimos, no nos importan los resfríos, las lesiones, las zapatillas todas rotas y mojadas, el armado del corpiño empapado y escurriendo, el piso hecho una sopa. 
Entre que esperábamos veíamos el escenario, rebalsando agua, destruyéndose, literalmente; cómo las pantallas del costado hacían corto circuito. Los Foo se estaban retrasando por 5min. Nos estábamos congelando. "¡El que no salta se va a enfermar!", "Foo Fighteeeers! ¡Foo Fighteeeers!", "Pan y vino, pan y vino, pan y vino; el que no grita Foo Fighters para qué carajo vino?". Y con saltos y desafinados acordes entramos en calor. 
Y suena un rif furioso. 
"All my life I've been searching for something...".
Y suena una batería.
Y suena un bajo.
Y suena otra guitarra.
Y para de llover.
Si eligiera empezar esta nota de la última manera, narrando cronológicamente, no sé, creo que no podría. Fueron 26 canciones. Fueron 2 horas y media. Es como con las películas basadas en libros: la película nunca le hace justicia al libro.


Una de mis partes favoritas fue cuando me subí a los hombros de mi viejo para entonar el himno "Best Of You". Fue re loco... Le había dicho a Catriel que para ese tema me suba a sus hombros. Escuché dos acordes. Dave dijo algo en su perfecto inglés, que yo no entiendo. -"Esta es, Catriel, subime". Y creo que ni en la ducha, ni sola en mi casa, habré gritado tan fuerte "I'm your fool". Y de principio a fin la canté a gritos, canté con el corazón, la puta madre.
Para "Cold Day in the Sun" también estuve sobre hombros. 
La cara de Taylor Hawkins... totalmente sacado. Amé su cara. Pedíamos un solo de batería a lo Grohl. ¡Y mierda que lo tuvimos!
"Breakout", "Stacked Actors", a la que sumaron "Feel Good Hit of the Summer" y de Iron Maiden "Run to the Hills"; "Learn To Fly", "Long Road To Ruin", "Monkey Wrench"... Himnos, vieja, eran himnos. "Arlandria", "Dear Rosemary", "Walk", "This is a call", "Big me", "White Limo",  obras de arte! 
"Bad Reputation" con Joan Jett en voz y guitarra.
"In The Flesh?" de Floyd.
Y cuando empezaron a sonar los acordes de "These Days", Dave no canta...
"Hoy, cuando estábamos en el backstage, vinieron a decirnos que a la noche iba a llover muy fuerte. Yo les dije que lo entendía y ellos dijeron que la lluvia había caído tan fuerte que se había roto el escenario, y déjenme decir que la lluvia cayó tan fuerte que también rompió las luces del escenario. Así que prendimos todas las luces, pero esas luces (señalando a las del estadio) no las tuvimos ayer, ¿pero saben qué? Me encantan esas putas luces, porque ahora puedo ver todas sus caras. Puedo ver cada movimiento que ustedes hacen. Hola! Es bueno verlos. Yo se que este es nuestro primer show para algunos de ustedes, esperamos tanto tiempo, perdón. No sé porque esperamos tanto, porque ustedes son la mejor audiencia en todo el mundo (la gente comienza a gritar “Argentina, Argentina” y Dave para de tocar) Si, estoy de acuerdo, ustedes son Argentina. (se corea “Foo Fighters, Foo Fighters”).
Pero lo que les quiero decir es que a veces, los shows que se cagan son los que mejor hacemos. Yo no quiero venir a ver una banda que suena como una computadora, yo quiero oír una banda que suene como personas. Quiero oír buenas canciones y malas canciones. Quiero que algunas de las luces funcionen y que otras se rompan, pero lo que quiero esta noche, es ser diferente a cualquier otra luz. Así que antes de que nos vayamos a casa, vamos a tocar unas canciones para ustedes que no hemos tocamos hace mucho tiempo. Pero primero, vamos a tocar mi canción favorita de los Foo Fighters, se llama 'These Days'."

Y solamente a él se le podían ocurrir palabras más perfectas.
Solamente ellos podían hacerlo tan perfecto.
El final de esta entrada se resume con una palabra. 
"Everlong". Se despiden los Foo Fighters y se apagan las luces.
Reitero: no hay palabras!



Los que estuvieron en el concierto lo saben... Estas entradas son sobrevivientes, carajo!


Soy una emocionada del orto contando su primer concierto.



martes

"Porteñolandia", más gente de ciudad.

Hay una mina durmiendo en la calle, tapada con una frazada. Su marido, un escalón más abajo, vende pulseras y trenzas de macramé.
Un flaco quieto, simulando ser arrastrado por el viento. Lleva una corbata y un saco que imitan la corriente del viento. Posa para las foto.
Se reventó una cañería subterránea en plena avenida 9 de Julio, y el agua sale a chorros por afuera del asfalto. Se rebalsa la calle y el agua desciende por las veredas.
Un chabón sentado en una silla. Tiene los brazos paralizados y no puede moverlos. Está pintando un cuadro con los pies. Una verdadera obra de arte. 
Una adolescente llorando en la esquina de una calle que no sé el nombre. Se sostiene en el semáforo y su amigo la consuela. 


Nadie pregunta por nadie. Nadie sabe nada de nadie. Nadie sabe qué pasa. A nadie le interesa...


La gente en Buenos Aires va y viene por todas las calles. Entran y salen de las galerías. Revisan ofertas de mercadería y cargan enormes bolsas de chucherías. Comen sánguches de milanesa, panchos y patys en los puestitos de la calle. Se apretujan en el subterráneo y se pelean por los asientos en el tren. Pasan los semáforos peatonales en rojo y se empujan en las "angostas" veredas. Se pisan los talones unos con otros, sacándose las zapatillas entre sí, y sin pedir disculpas. No dicen "buenos días", ni "hasta luego". 
La gente en Buenos Aires fuma muchísimo, grita cuando conversa por el móvil y habla con la boca llena de comida. No piensan, fuman. No conversan, gritan. No mastican, tragan.
La gente en Buenos Aires no mira a los ojos a la genteque camina por la calle. Lo comprobé. Nadie me miró a los ojos cuando yo los observaba, nadie me sonrió cuando yo le sonreí tímidamente. 
La gente en Buenos Aires siempre trata de venderte algo, en dónde sea. "¡Curitas! ¡Curitas a $3! ¡Diez curitas por $3!"; "¡Agua mineral, 7Up y Pepsi!"; "¡A los churros, las bolitas y torta fritas!". También tratan de venderte religión en el tren: "¡Porque el Señor, si no fuera por él, yo no podría caminar entre ustedes!". O no necesariamente "vender" en sí, si no, que tratan de "comprar" tu plata, tu lástima, "vendiendo" su miseria. Te llenan de folletos en plena vereda: dónde comer, la guía turística de no-sé-dónde, la promoción para ir 2x1 al zoológico de Luján y el cambio para dólares y euros.
Pero la gente de Buenos Aires nunca compra nada. La gente de Buenos Aires escucha música con sus skullcandies, lee el diario o se conecta al Facebook con sus celulares chetos.
La gente de Buenos Aires siempre está apurada, todos ocupados con sus propios tiempos. Seguramente sufren de ansiedad. 
Pero Buenos Aires es apenas una porción, representa una de las miles de millones de ciudades en el mundo. Y la gente de la ciudad siempre es la misma. Yendo y viniendo. Entrando y saliendo. Comiendo y cagando. Siempre lo mismo.


Me encanta. Adoro respirar en otro ambiente. Pero una semana ya es suficiente. 

sábado

"El Estado llama ley a su propia violencia, y crimen a la del individuo", cita Max Stirner, filósofo alemán (1806-1856).



"Se conmemora el 24 de Marzo en nombre de todas las personas que fueron secuestradas durante el último golpe de estado militar en Argentina producido en 1976. Durante esa década siguiente fueron violados muchísimos derechos humanos en nombre del gobierno."
El "Estado" usó métodos violentos, por considerar "crimen" la infracción de la "ley", por parte de un "individuo". 






Creo que hasta el año pasado, o el ante, no sé, yo no estaba muy enterada de lo que trataba la fecha. Mi familia siempre perteneció a la clase obrera, en cierto punto conformista, por ende, podría decirse que ninguno de mis abuelos sufrió esa época, mis papás no se enteraron de nada, y yo... dígamos que a veces siento que me crié en un taper.


Soy una amante de la Libertad de Expresión, y en mi idioma, los golpes de estado son atentados contra la Democracia.
Las violaciones hacia los Derechos Humanos son atroces intentos por corromper la naturaleza humana, la dignidad de una persona, y al personal de una persona en si.
En cívica nos enseñaron que los Derechos Humanos tienen como propósito, entre otros, respetar la Libertad de un individuo. 
En esta fecha yo no conmemoro una lista de nombres de personas que murieron a manos del gobierno, no éso en sí... 
Cuando pienso en lo que pasó en la década del 76 no recuerdo nada, porque yo no existía. Pero sí me imagino algo... Pienso en grupos de activistas, partidarios del liberalismo, revolucionarios, muchas voces, muchas opiniones, cuentos, poemas, canciones, muchos carteles de protesta, ganas de hacer un mundo mejor, todos siendo quemados, censurados, torturados, asesinados, reprimidos, oprimidos, secuestrados. Personas con ideales, gente sumamente inteligente, culta, con proyectos y ganas de progresar. Personas apasionadas, que luchan por una causa. Personas que por amor a la educación, a la libertad, a un mundo mejor dieron la vida. Las caras de personas que querían un mundo mejor, para ellos, para sus hijos, y para todos nosotros. 

Soy de esas personas que piensan que esta sociedad está en decadencia, (tema aparte), pero el punto es que yo imagino que probablemente, las mejores personas, las más inteligentes, las que habrían logrado un verdadero mundo mejor, respaldados entre sí, los mejores argentinos, desaparecieron en ese último atentado hacía la democracia. 
Lo peor que se me ocurre es que hay muchas cosas que se perdieron. Muchas voces que se callaron para no hablar nunca más. Muchos sueños que se volaron para no llegar al cielo. Muchas ideas que no llegaron a ser proyectos. Tanto amor que no pudo ser concebido. Imagino que está perdido. 




El año pasado nos preguntaron en una actividad de metodología "¿Por qué es importante recordar? ¿De qué sirve la memoria?". En historia nos habían enseñado que estudiábamos los hechos del pasado para aprender de los errores que fueron cometidos, y no volver a cometerlos nosotros, así que básicamente la lluvia de respuestas se basó en esa idea. Yo fui un poco más revolucionaria y dije que para mí la memoria también servía para motivar, porque a veces uno tiene recuerdos tan hermosos que cuando estás triste, pensás en eso, y te dan ganas de salir adelante. "Los buenos recuerdos pueden salvarte la vida" (Frank Castle, The Punisher). 






A mi me motivan esas voces. Lo mejor que puedo hacer para conmemorar a los Desaparecidos, creo que es hacer lo correcto, lo justo. Moverme por la misma causa, con los mismos propósitos. Por ellos que dieron la vida, y pueden motivar hasta lograr grandes cambios. La historia los va a hacer inmortales, por haber soñado, por haber pensado, por querer ser libres, por luchar en nombre de la democracia.

miércoles

Inercia.

Estar tremendamente resignada, sin ganas de levantarme ni de salir de la cama. 
Leer, y no querer leer más.
Ver tele, y no querer ver más tele.
Conectarme, y no querer conectarme.
Escribir, y no querer escribir.
Recordar... Reflexionar. Llorar.
Ver un lápiz, y ver un papel. 
El raro sonido de un lápiz rozando un papel.
El absurdo olor de un papel pasado a lápiz.
El color negro, contrastando el blanco.
Soplar restos de goma de borrar.
Soplar restos de punta de lápiz. 
Sonreír.
Eso; éso fue por inercia.

domingo

Limpiar el té que volqué sobre la mesa, metafóricamente.

Cuando todo es una mierda, ¿qué más puede empeorar? 
Resignémonos esta vez. Respira hondo y sentate al borde de la cama. Mira por la ventana y deja que el sol caliente tu cara. Cerra los ojos, viaja lejos. Al país de Lórien, a Tatooine, a Wonderland, a la mierda, a dónde sea que no haya realidad. 
Pero volvamos. Volvamos, porque si no volvemos es como si estuviésemos huyendo. Tenemos que volver, aparte. ¿Quién va a dar vuelta los panqueques si no volvemos? ¿Quién va a volcar la tasa del té? ¿Quién va a romper un vaso? ¿Quién se va a olvidar la llave de la casa en la otra campera? Tenemos que dar vuelta los panqueques, tenemos que limpiar el té de la mesa, tenemos que juntar los vidrios rotos. Vamos a tener que ingeniárnoslas para entrar en la casa; a lo mejor encontramos una ventana abierta, o esperamos a que alguien más abra. Cometemos errores, pero podemos enmendarlos. 

lunes

Todavía...

Se mueve el piso, las paredes tiemblan, se caen los cuadros y las cosas de las repisas. Los muebles van y vienen, suben, bajan, en izquierda y derecha se desplazan. Se caen los platos, se rompen los vasos, la jarra de agua y el fuentón de ensalada. Las luces se prenden y se apagan; corto circuito. Los vidrios de las ventanas, las lámparas del techo, los adornos de vidrio, todo se mueve, todo tiembla, todo cae.
Estallan rayos y se reflejan en los espejos.
Cae una lluvia torrencial y se inundan los cuartos.
Corren ráfagas de viento y hacen sonar los colgantes del techo.
Explotan volcanes de emociones, todas fuertes, todas intensas.
Se entrecorta mi respiración y se aceleran los latidos de mi corazón. Toda la sangre de mi cuerpo se drena en mi cabeza y mis cachetes, rojos. Me muerdo el labio y miro para abajo. Tantas cosas que quiero decir y que no me salen.
¿Cómo una persona, después de tanto tiempo, puede causarme tanto?

Actitud positiva... Se, se.

Enfoquemonos en lo bueno, Julieta... Basta de esos bajones y esas ganas repentinas de tirar todo a la mierda. Cortemosla con la autodestrucción y el sabotaje. Ya estamos grandes para eso.
Ya empezó un nuevo año, y consigo una nueva etapa. Ya era momento de madurar, no? 
Todo es perrrrrrrrfecto. O casi. No sé. 
Pero esta vez, quiero que sea verdad. 
Quiero que todo sea perfecto. 

domingo

Pff. (de Frustración)

Seguimos culpando a los demás de lo que hacemos mal. 
Seguimos manipulando.
Seguimos siendo unos enfermos mentales, psicópatas.
Seguimos preguntándonos si está bien, cuando sabemos que no lo está.
No cambias nunca, ¿no?

A ver si empezamos a hacernos cargo.
A ver si, de una puta vez por todas, maduramos.
¿No podes hacerlo por mí?

Pff. Es frustrante tenerte paciencia, bancarte, esperar, acompañarte. Es frustrante porque todo sigue siendo la misma mierda.


lunes

Hablando de cosas tiernas...

Tu mamá debe ser pastelera... para hacer bombones como vos. 
Sos un Bombón.
Mi corazón late, por vos.
Bombón, bombón.
Sos un Bombón.

Está cansada y se quiere morir