martes

Apellido, capital, color de ojos, talle de corpiño, marca de ropa.

En el título va lo más importante, ¿no? Lo que llama la atención, lo que atrae, lo que hace que den ganas de ver más. 
¿Y si los títulos son apariencias? Te vas a dar cuenta de que el resto es todo una cagada, sin sentimientos, sin una convicción, sin voluntad ni razón de ser. 
Y así es que el mundo está lleno de títulos. Y los títulos gobiernan el mundo, poniendo más y más títulos. Heredando títulos para hacer más títulos que aseguren la prevalecía de los títulos. 

jueves

- "Más o menos" es como un cinco? - Mmm, un seis.

Días como estos lo único que quiero hacer es acostarme en la cama y dormir... pero para siempre. Contarle a la almohada un poema suicida y dormirme con el peso de mis pestañas humedecidas. 
Soñar que empiezo de nuevo, todo desde cero, que esta vida se acaba y que hay esperanza de empezar una nueva, diferente. 

Extraño llorar, pero de felicidad; es algo que no hago hace mucho tiempo, sentirme feliz.

miércoles

Vacío existencial, Adolescencia es adolecer y Uno se olvida de ciertas cosas.

Si alejarme de mí misma fue necesario para poder verme con mis propios ojos, reflejada en mis retinas, a través de la ventana al alma,  y entenderme como a una metáfora de que me explicara las cosas que me estaban pasando, entonces no sé. No sé cuál es el valor ni cuál fue el precio. 
Porque el problema en buscarme es siempre reencontrarme, para verme otra vez en otro giro de la misma calesita, y cada día es otra rosca en esta tuerca, pero para cuando quiera bajarme y volver a perder mis tornillos no voy a saber contar los giros que dí y darlos hacía la izquierda. No voy a poder volver a lo que antes era. 
Sin embargo puedo seguir enredándome, perdí la noción del tiempo y del espacio, ahora me quedan estimaciones y preguntas, querer saber cuánto tiempo llevo cayendo y cuántos metros bajo tierra estoy. Pero lo que hay al rededor mío es agua, y entre más profunda , es más oscura. Una vez leí que en el fondo del océano, donde todo es oscuro y frío, se pierde la orientación y ya no sabemos si nadamos hacía arriba o hacía abajo. El fondo siempre me sirvió de impulso, para volver a sentir mis pies sobre la tierra y saber que tengo que despegar hacía arriba. 
Esto no es literatura, es lo que mejor conozco, de lo que más entiendo. No sabré quién soy, pero estos son algunos de mis mambos. Y que sean míos siempre, hasta que encuentre otros, para no perderle el sentido a mi vida.



domingo

Ruido, críticas, gritos.

Quiero que se callen todos, 
que me quede el silencio.

Quiero que se vayan todos, 
que me quede el vacío. 

Que me quede yo, sin contornos, 
que me quede libertad sin prejuicios.

Está cansada y se quiere morir