miércoles

Vacío existencial, Adolescencia es adolecer y Uno se olvida de ciertas cosas.

Si alejarme de mí misma fue necesario para poder verme con mis propios ojos, reflejada en mis retinas, a través de la ventana al alma,  y entenderme como a una metáfora de que me explicara las cosas que me estaban pasando, entonces no sé. No sé cuál es el valor ni cuál fue el precio. 
Porque el problema en buscarme es siempre reencontrarme, para verme otra vez en otro giro de la misma calesita, y cada día es otra rosca en esta tuerca, pero para cuando quiera bajarme y volver a perder mis tornillos no voy a saber contar los giros que dí y darlos hacía la izquierda. No voy a poder volver a lo que antes era. 
Sin embargo puedo seguir enredándome, perdí la noción del tiempo y del espacio, ahora me quedan estimaciones y preguntas, querer saber cuánto tiempo llevo cayendo y cuántos metros bajo tierra estoy. Pero lo que hay al rededor mío es agua, y entre más profunda , es más oscura. Una vez leí que en el fondo del océano, donde todo es oscuro y frío, se pierde la orientación y ya no sabemos si nadamos hacía arriba o hacía abajo. El fondo siempre me sirvió de impulso, para volver a sentir mis pies sobre la tierra y saber que tengo que despegar hacía arriba. 
Esto no es literatura, es lo que mejor conozco, de lo que más entiendo. No sabré quién soy, pero estos son algunos de mis mambos. Y que sean míos siempre, hasta que encuentre otros, para no perderle el sentido a mi vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Está cansada y se quiere morir