sábado

Vómitos verbales.

Los padres tienen tantos problemas de ego!, creen que por ser <<sus hijos>> somos <<suyos>> y no entienden que somos otras personas. Tienen miedo a que cometamos sus mismos errores y no entienden que nuestros errores son nuestra propia experiencia. No quieren que seamos la prolongación de sus vidas, y sin embargo éso es lo que sienten con respecto a nosotros: que nuestras vidas van a ser un reflejo de lo que ellos fueron como padres. Sienten decepción cuando nos equivocamos, como si en la vida nuestro propósito fuese impresionarlos, conseguir su aprobación. ¿Con qué derecho una persona se decepciona de otra? ¿Con qué derecho una persona espera tanto de otra? ¿No podemos solamente aceptar a las personas tal cual son? 
Éso es algo que aprendí de mis papás: a aceptarlos, a no esperar nada de ellos, y no por ser malos padres, sino por ser humanos, por ser diferentes a mí, porque las personas no tienen que ser como yo quiero, o espero, que sean. Si por la vida yo fuera esperando que todos fuesen como yo quisiera que fueran sufriría tantas decepciones como las que ya sufrí antes de saber ésto. 
A lo mejor es un problema con la construcción del sustantivo: siempre somos "hijos de...", y ése "de" es lo que a nivel psicológico e inconsciente se incrusta en nuestras cabezas y nos hace tener ésta idea de pertenencia, de posesión sobre el otro. Sé que siempre voy a ser la hija de mis papás, pero también me gustaría ser hija de mí misma, porque yo también soy mi propia creadora. Atravesé tanta adolescencia, tanta búsqueda interna, llené de existencia mi vacío existencial, me construyo como persona, me esfuerzo en aprender, en cambiar, hago tanto por mí misma a diario que estoy harta de que no se me reconozca nada de lo que 'logro' en mi vida. Mamá y papá siempre quieren ser los que hicieron todo posible, los que "de chiquita me enseñaron a..." quitándome el mérito de solamente ser yo misma, de las cosas que elijo. 
Gracias, mamá y papá, gracias, porque me hicieron el regalo más hermoso: el regalo de la vida. Sin embargo, se olvidan, que lo que uno regala deja de pertenecerle
Ustedes me dieron la vida, y por éso es que es mía.

jueves

"Lo esencial es invisible a los ojos".

Me invitó a merendar.
Pero realmente estaba abriéndome sus puertas, regalándome una parte de su corazón; dejándome ver lo hermoso en lo invisible y liberando, para que yo también pudiera sentir entonces, la magia de las cosas que hasta ése momento solamente ella entendía. Compartió conmigo la realidad que percibía, los juegos que sólo en su imaginación existían. 
Y lo que tomé de ésa taza no fue un chocolate, sino el amor con el cual ella lo había preparado
Se fusionó su mundo con el mío cuando le ofrecí 'pan casero' y ella recordó los dulces de naranja y frutilla que tenía en su bolsillo, porque cuando corté las rodajas ella supo donde estaban para poder untarlas y durante un instante vivimos en un mundo que nadie más que nosotras dos conocía. 
Nos saboreamos entre suspiros el helado más rico que en mi vida había imaginado mientras terminábamos de escuchar el cuento de la seño que ya se estaba terminando.
Creamos nuestras propias cucharas y creímos en algo que nadie más iba a entender. 
La picardía del secreto, algo que nos hizo cómplices y compañeras: amigas. 

Y nunca se es demasiado adulta ni adolescente como para una merienda, porque nunca se le dice que 'no' a un puño semicerrado, sea de té o sea de chocolate. Es algo que nos enseñan de chiquitos y que con el tiempo a veces nos olvidamos.  


miércoles

La soledad de una loca incomprendida.

Me fue presagiada una vida de soledad y búsqueda; así me hice presa de la complejidad que me hace ser yo misma, privándome entonces, de la comprensión de quien sea ajeno a mí, de ésa compañía para el sentimiento y el silencio. 
Ahora siento la sed de empatía, la añoranza de un agua servida en un solo vaso, de una mirada lejana y profunda hacia un horizonte en común, de un mismo cielo y los enigmas que lo mistifican, las ansias por 'hacer' en los deseos de las estrellas fugaces. 
Y quiero dejar de vivirme como una única, derivándome a estar sola.
Reconocer en otro ésa parte de mí que necesita cuidados, para así cuidar y sentir que me estoy cuidando a mí misma. 
Quiero que alguien me entienda: entender y así sentirme entendida... sería como compartir. 
Y es que creo que éso es lo más lindo de la compañía, poder compartirse a pleno con alguien ajeno y sin embargo tan como uno mismo. 

Está cansada y se quiere morir