martes

Amor de verano.

Sentí recuerdos que se asomaban por el borde de mis labios para escaparse de mí y ser sonrisa. No me gusta usar la palabra 'esbozo' pero éso hizo, se esbozó desde mi memoria hasta mi boca la sensación de miel que se derrite al sol. 
Sentí el mimo en mi cara de un rayo de sol que me apuntaba, que con su calor me daba un beso en el hombro y recorría el resto de mi espalda; que con su nariz me hacía cosquillas en el cuello, y una sutil corriente de viento me suspiraba cerca de la oreja: me susurraba ideas llenas de anhelos y esperanza. 
Me refugié en el abrazo de ésas cálidas cuatro de la tarde y entregué mi alma para que se deshiciera entre toda la dulzura que sentía. Era la caricia del sol en mi piel desnuda, y traspasaba mi cuerpo para expandir su ternura llenando el agujero de mi pecho. Derritió mi corazón de piedra y me hizo entrecerrar los ojos para mirar en lo más profundo, pero no lejano; sino en lo hondo, cercano y dentro mío, porque me hizo sentir mía después de tanto tiempo habiéndome sentido ajena. 

viernes

Preguntale a Alicia, Julieta no sabe.

Releía y me preguntaba en qué momento me volví tan desinteresada...

"Tal vez se deba a que estoy creciendo, o que la vida se está volviendo más asquerosa."

Me extraño de mí misma, 
pero más me extraño a mí misma.

Necesito creer en mi "todavía", o creer en mí, todavía.

Y vuelvo a preguntarme si ésta pena lo merece... Trato de contenerme ante la frustración de revivir la sensación de déjà vu. Es que sentirme ocho meses más chica, para darme cuenta de que realmente nunca dejé de ser éste pedazo de mierda me genera impotencia resignada a ser angustia, resignada a ser tropiezo para caer eternamente por la madriguera del conejo. 
Sin embargo cada vez que me entrego a la caída siento que es un círculo vicioso del cual no sé salir, y por obligación, en pos tengo que escribir un "todavía", pero es como las promesas que nos hacen en la infancia: tan dulces como vanas; y prometerme éste "todavía" es una mentira de esperanza, una limosna cruel y caritativa. 

Mas es mi deber para y conmigo misma éste "todavía", porque si yo no creo en un "todavía", no me va a importar que otro lo crea por mí. Si yo no escribo un "todavía", no voy a leer el que otro escriba por mí.
No quiero darme por vencida, no quiero rendirme conmigo. Y es por eso que no lo hago, es por eso que sigo siendo yo misma, a pesar de todo. 

martes

Un año, dos meses, dos días.

Es la asfixia, y me desespera. 
Aislada de mis propios sentidos me siento privada de experimentar por mí misma; inútil es todo intento por respirar, como si en el fondo de una botella yo me ahogara en todas éstas ansias por libertad. 
No estoy presa porque no soy un cuerpo; tengo un cuerpo y mi alma es libre, pero la prisión me rodea y mis pies no corren. Será que yo no huyo, sin embargo, enfrentarme a los problemas no es luchar, sino verme en el espejo y escuchar un tic tac: mas no siempre le gano al insomnio, que soy yo misma, incapaz de soportar la espera.

lunes

Te (des) conozco todos los días.

Conocerte implicó darme cuenta de lo que poco que realmente te conocía. 
Mientras que con la mirada trataba de seguir el contorno de tu cara, me sorprendí a mí misma con el retrato de tu recuerdo, contemplé en él el tiempo que había erosionado tu existencia en el mundo y habías cambiado mucho. 
Por eso no podía dejar de mirarte, y en mi cabeza trataba de dibujar las cosas que se retenían en tus retinas, es que quería entender qué fue lo que te hizo cambiar tanto. 
Entre más me acercaba, más lejos te sentía; porque lo que antes era cerca ya no existía y estaba descubriendo la cercanía que había desaparecido tratando de conservar el vínculo cercano que antes teníamos. 
Me equivoqué, o a lo mejor fui asertiva, cuando te miré fijo y reconocí la misma mirada de confusión en mis ojos, que se reflejaba en los tuyos: por eso, viéndote, me ví a mí misma, y a través de tus arrugas comprendí el tiempo que a mí me había arrugado. 
Así que andamos paralelos, distantes, desconocidos, sin nunca dejando de haber sido en el pasado nosotros dos, porque no nos olvidamos.

Sin embargo te quiero, y nunca voy a dejar de hacerlo. 

miércoles

Jugar con las palabras es más divertido que conjugarlas.

Sentir en lo más hondo.

Lloró mi alma y sentí que ya no tenía cuerpo; que éstos dolores punzaban en algo más profundo que mi pecho, como si hubiese un agujero, algo muy profundo de donde sería irradiada mi esencia, como si de ése vacío saliera mi 'yo' vivo, mi 'yo' real, ése 'yo' que nadie toca, que nadie ve, que nadie siente, que nadie entiende: ése 'yo' que me recuerda que estoy viva, que soy más que carne y hueso, ése 'yo' que es libre de éstas cuatro paredes y de los obstáculos implicados por éste cuerpo, un 'yo' que se expande y que no tiene limites, que no es una forma definida, que es lo quiera ser. Un 'yo' más auténtico, con sentimientos genuinos.
Ahora entiendo porque cuando pensaba acostada en la cama yo sentía que flotaba. 
Soy más que arterias y venas bombeando sangre al corazón, más que glándulas endocrinas que segregan hormonas, más que ésta piel y humanidad. 
Soy alma, soy espíritu, soy esencia. 

sábado

Urgente epifanía.

Adolecemos porque somos capaces de emanciparnos en espíritu,
pero seguimos teniendo deudas con la autoridad, que nos convierten en 'hijos', 'alumnos' y no en personas. Es la impotencia de ser 'pibes', de ser subestimados.
¿Qué tan distinto sería el mundo si no aprendiéramos ésto? Que somos solamente pibes, incapaces de bancarnos a nosotros mismos, con sueños imposibles y caprichos, anestesiados por la joda, las drogas y el alcohol. 
¿Y si conserváramos la rebeldía? Ésa consciencia autónoma que nos permite cuestionar las injusticias con nuestras propias reglas morales.

Nunca vamos a tener tanta fuerza como la que tenemos cuando somos adolescentes, sin embargo estas caídas no fueron hechas para hacernos más fuertes, si no para amansarnos.

El día de mañana somos ovejas, no revolucionarios. 


Un anhelo adolescente no es un capricho.

¿Quién no soñó con ser un pájaro para poder volar?

A lo mejor ésta es una de las cosas que no tenemos que olvidarnos de la adolescencia, así como de la niñez tratamos de mantener esa bondad ingenua. 

esas ansías de libertad:

como el alma anhela ser dueña de sí misma para poder elegir y reconocerse en éste proceso de bildung. 

la rebeldía de ser leales sólo a nosotros mismos, 
rigiéndonos por los valores éticos y morales que nosotros entendamos como deber para y con nosotros.

y todo lo podemos resumir como esa desesperada gana de querer ser nosotros mismos. 

Un año, dos meses, dos días.

Cuando viva sola y sea autosuficiente,
voy a vivir sola, y voy a ser autosuficiente.



jueves

Bajar del bondi de las 9pm cinco paradas antes.

-Es como si las estrellas empezaran a prenderse una a una en el vacío abismal del cielo, como si entre que más me hundiera en la oscuridad de lo desconocido más aparecieran como ojos que se despiertan en medio de la noche. A lo mejor siempre están ahí, pero no las vemos hasta que empezamos a contarlas. A lo mejor están escondidas y cuando nos ven, simpáticos, buscándolas deciden encandilarnos con su brillo.
Así que perseguí una estrella fugaz con mi alma y me alejé de la calle en la que mi cuerpo sobre la nieve congelada reposaba. Dejé mis problemas en la Tierra, pero en el fondo nunca dejé de recordar que volver iba a implicar estrellarme contra la realidad.

lunes

Cábalas asesinas

Caminé por donde me fue viejo y conocido, solamente para sentirme reencontrada en los lugares que ya me habían acogido. Pisé sobre mis pasos con temor a cruzarme con nuevas piedras que no haya tenido que esquivar antes. Me sentí presa en toda mi seguridad y esclava de la rutina, recordándome a mí misma que no fue ésta quién mató al amor, mas había sido yo, con mis cábalas y mis mambos. 
Toqué, entonces, viejas cicatrices, sobre cicatrices más viejas todavía: dolores que todavía sanaban sobre heridas que nunca dejé curar. No quise conocer nuevos ardores, me aferré con fuerza, como una nena a su almohada, a la sensación punzante en el agujero de mi pecho, tratando de rellenarlo con un abrazo de nostalgia. 
El miedo es mi prejuicio, para hacerme sentir una cobarde, y sin embargo segura de no tener que experimentar cosas nuevas. Pero qué vacía me siento, puedo entender: repetirme a mí misma, y también a mis errores, habiendo aprendido es una pérdida de tiempo que, pasando tan lento al sentirme aburrida, es eterno. Una eterna soledad, comprendí. Ahora ya no habrían perdones capaces de revivir los corazones que en vidas anteriores corrompí. 
Mérito mío, la deuda y el karma, concluí.

miércoles

Las palabras cortan más que los cuchillos.

Hieren en lo más profundo, penetran el corazón y lo desgarran. Se sienten los cortes y de repente arden. Abren tajos a través de los oídos y hacen sangrar los tímpanos. 

Pero por un momento olvidé que es el miedo lo que hiere más que las espadas. 

Naufragio.

El papel se deshace con el agua. Supongo que por eso es que los barcos de verdad están hechos de acero naval. 

domingo

Razón de ser, (7 de junio).

¿Por qué periodista? 
Siendo tan dinámica como soy, sintiéndome atraída por tantas cosas y tan diferentes; habiendo considerado ser artista, pudiendo haber elegido una licenciatura en ciencias políticas o en letras, pensando en gastronomía, en medicina e incluso alguna que otra ingeniería; me dicen que se me daría bien la psicología, me encanta el análisis de los procesos sociales e históricos, me interesa el diseño y el entretenimiento, me apasiona la filosofía… Sin embargo, ¿por qué estoy tan segura de que quiero ser periodista?
Ni realizando mis platónicos sueños como corredora de enduro, o batera en una banda de hardcore, podría sentirme realizada, porque estoy enamorada de la Verdad y me comprometo a su búsqueda implacable y a lo que sea que implique su difusión. No voy a imponerla nunca como absoluta, pero sí al tratarse de una demanda ciudadana, como la representación de la opinión pública, compartiendo, o no, su ética moral y defendiendo siempre, como Voltaire, con mi vida su derecho a expresarse. Soy fiel a mi misma y a mis principios, que me impiden olvidar y dejar pasar. Y que sean mis principios los que me movilicen, por hacerme sentir en lo más hondo, como habría escrito el Che Guevara a sus hijos en una carta, las injusticias cometidas contra cualquier persona en cualquier parte del mundo, para luchar por una sociedad donde la libertad sea libre y se respete la integridad de cada individuo, donde la vida y el trabajo dignifiquen, porque yo nunca voy a tolerar que una ‘cosa’ exista por encima de una persona, ni una persona por encima de otra. No voy a tener miedo, el miedo es para los mentirosos y los cobardes; admiro la audacia de alguien que habla con el corazón, de alguien que por amor esquiva los obstáculos con valentía. Mi única inquietud es perderme a mí misma por influencias externas o extorsión, pero mi causa es fuerte como mis raíces, y sabiendo quién soy sé qué quiero. Y quiero que quien me lea piense y nunca se conforme. Sea mentira o no el sistema democrático, voy a contribuir con objetividad y calma a difundir la Transparencia entre los ciudadanos. Voy a cuestionar hasta que cada vacío, cada silencio se rellene con la Verdad por respuesta. Conmover no es lo mismo que manipular, diferenciarlas con honestidad es lo que me va a permitir ser leal a mis valores. Ejercitar la empatía me ayudó a entender de qué se trata la Justicia y la Igualdad y perseverando aprendí que lo imposible es, solamente, un poco más difícil. 

Si no voy a ser periodista, ¿qué va a ser de mi vida entonces? 



martes

Apellido, capital, color de ojos, talle de corpiño, marca de ropa.

En el título va lo más importante, ¿no? Lo que llama la atención, lo que atrae, lo que hace que den ganas de ver más. 
¿Y si los títulos son apariencias? Te vas a dar cuenta de que el resto es todo una cagada, sin sentimientos, sin una convicción, sin voluntad ni razón de ser. 
Y así es que el mundo está lleno de títulos. Y los títulos gobiernan el mundo, poniendo más y más títulos. Heredando títulos para hacer más títulos que aseguren la prevalecía de los títulos. 

jueves

- "Más o menos" es como un cinco? - Mmm, un seis.

Días como estos lo único que quiero hacer es acostarme en la cama y dormir... pero para siempre. Contarle a la almohada un poema suicida y dormirme con el peso de mis pestañas humedecidas. 
Soñar que empiezo de nuevo, todo desde cero, que esta vida se acaba y que hay esperanza de empezar una nueva, diferente. 

Extraño llorar, pero de felicidad; es algo que no hago hace mucho tiempo, sentirme feliz.

miércoles

Vacío existencial, Adolescencia es adolecer y Uno se olvida de ciertas cosas.

Si alejarme de mí misma fue necesario para poder verme con mis propios ojos, reflejada en mis retinas, a través de la ventana al alma,  y entenderme como a una metáfora de que me explicara las cosas que me estaban pasando, entonces no sé. No sé cuál es el valor ni cuál fue el precio. 
Porque el problema en buscarme es siempre reencontrarme, para verme otra vez en otro giro de la misma calesita, y cada día es otra rosca en esta tuerca, pero para cuando quiera bajarme y volver a perder mis tornillos no voy a saber contar los giros que dí y darlos hacía la izquierda. No voy a poder volver a lo que antes era. 
Sin embargo puedo seguir enredándome, perdí la noción del tiempo y del espacio, ahora me quedan estimaciones y preguntas, querer saber cuánto tiempo llevo cayendo y cuántos metros bajo tierra estoy. Pero lo que hay al rededor mío es agua, y entre más profunda , es más oscura. Una vez leí que en el fondo del océano, donde todo es oscuro y frío, se pierde la orientación y ya no sabemos si nadamos hacía arriba o hacía abajo. El fondo siempre me sirvió de impulso, para volver a sentir mis pies sobre la tierra y saber que tengo que despegar hacía arriba. 
Esto no es literatura, es lo que mejor conozco, de lo que más entiendo. No sabré quién soy, pero estos son algunos de mis mambos. Y que sean míos siempre, hasta que encuentre otros, para no perderle el sentido a mi vida.



domingo

Ruido, críticas, gritos.

Quiero que se callen todos, 
que me quede el silencio.

Quiero que se vayan todos, 
que me quede el vacío. 

Que me quede yo, sin contornos, 
que me quede libertad sin prejuicios.

martes

"El Lobito Feo"

En este rebaño de ovejas negras estoy cansada de sentirme como el lobo que siempre atenta contra todo. 

A lo mejor soy un lobo.

domingo

Escapar.

Fue un error, por mi parte; algo que no debí haber olvidado... 
Y es que, para ser libre no hay que pedir permiso. 

martes

Un año, 7 meses y 28 días.

Quiero pertenecerme y ser yo misma. Que mis decisiones me afecten, o no. Quiero aprender mis propias lecciones y conocer mis capacidades. Superar obstáculos y salir adelante. Quiero cargar con mis propias consecuencias y tener mis responsabilidades. 

Quiero vivir sola, ser autosuficiente, no deberle nada a nadie. 
Quiero ser mi soledad y mi compañía, mi dependencia, mi único deber.

jueves

Más que a tus gritos, odio escuchar los míos.


Poco a poco mis gritos se hicieron mudos, hasta el punto de desquiciarse, dañando mi integridad y mis cuerdas vocales, el sentido de mis palabras no era más que silencio en su reemplazo.
Me dolía la garganta, pero aún más la cabeza. 

Tengo que pensar con claridad, o seguir afónica e incapaz. 

lunes

La Ley de Murphy.

Lo más triste de tus monólogos tan insulsos y tan insípidos es el haberme dado cuenta de que lo son. Porque siempre fueron así, y nunca más voy a poder volver a escucharte como si algo me interesara. 

Cambié.
Pero vos te quedaste igual. 

viernes

Patética y cursi.

No caigamos en ese estúpido juego de orgullo y vergüenza, donde todos pierden y nadie habla. No seamos unos cobardes!

Aire fresco y sol tibio a la mañana.

Nunca estás compitiendo contra nadie, nunca mirás la hora.
No te importa quién te mira o si te chiflan. 
Le sonreís a todos, pero realmente te sonreís a vos misma. 
No importa a dónde llegues. Lo único que te importa es llegar.
Son tus pies, y es tu respiración. Sentís tu cuerpo, sentís tu alma. 
No estás escapando de nadie, te estás enfrentando al mundo. 
Sos valiente, sos fuerte, porque no abandonas. 
Cada kilómetro que sumas es tu mérito, nadie te lo puede refutar. 

Crema catalana rellena de nutella con salsa de chocolate y una rama de canela.

Como un pedazo de chocolate Águila justo antes de irme a dormir, para endulzar mis sueños y mis mares, para hacerme cerrar los ojos, suspirar, y querer siempre más.

sábado

Perdón. (no sólo a vos, si no, a todas las personas).

¿Podrías creerme si te dijera que soy mejor de lo que estuve demostrando ser? ¿Si te dijera que nunca en mi vida me había imaginado a mi misma de esta manera? ¿Si te dijera que no me puedo reconocer a mi misma? ¿Si te dijera que siento más rechazo hacía mi, del que vos podrías sentir? ¿Si te dijera que fue un año difícil? ¿Si te dijera que ni yo lo entiendo? ¿Y si te dijera que me arrepiento? ¿Si te dijera que quiero cambiar? ¿Si te dijera que realmente no soy ni tan estúpida ni tan hueca? 
Sólo entonces voy a admitir en mi completa vulnerabilidad que me siento perdida, que tengo problemas. 
Y si vos estás dispuest a perdonarme, va a ser un suspiro de alivio, que me quite el miedo a ser rechazada y que me haga animarme a decir "perdón".
Para poder perdonarme a mí misma.  

viernes

Mecanismos de autodefensa.

“Que la defensa exponga su argumento.”

“Gracias, Su Señoría. Damas… Caballeros. Tras vatios giros inesperados y llegados a este punto del juicio nos damos cuenta del valor ético y moral propuesto por una diferente perspectiva de la palabra “Justicia”. Porque, ¿qué es la Justicia una vez que se la acompaña con el peso de la Verdad? ¿No están siempre aliadas? ¿Cuál supone ser el propósito de la Justicia si no es más que la búsqueda irrefutable por encontrar la Verdad? Y en cualquiera de los casos, ¿qué supone ser la Verdad? Y con respecto a la Justicia, ¿qué significa decir la Verdad? Porque la Verdad es un concepto que va más allá de jurar con la vida su prevalencia, más allá de un acto o de un hecho. La Verdad es un valor humano, probablemente el más importante.
La Verdad… la originaria Verdad no es aquella teoría que plantea la formación del Universo, si no, esa a partir de la cual una persona puede llegar a comprender cuál es su función en este Universo, y la oportunidad de cumplirla. Esa Verdad, señoras y señores en el estrado, es la respuesta a una pregunta cerrada que sólo podrá ser realizada encontrándose uno frente al espejo, un momento íntimo en el cual se cuestiona así mismo: “¿está bien, o está mal, lo que estoy haciendo?”, -a otro nivel ético que “¿cómo se declara así mismo?”-. Pese a la simplicidad de esta pregunta, al ser contestada han de analizarse factores complejos relacionados con el entorno y lo interno de la persona quien plantea la pregunta en cuestión. Las Razones, es decir.
La Razón, planteada en este contexto, hace referencia al origen de la acción, el objetivo que la moviliza. Sea, o no, analizada, consciente o subconsciente, es en base a esta que se responde la pregunta del Bien y del Mal. Y si la originaria Verdad, es una pregunta, entonces la Razón, será la respuesta. Porque es en ese momento en el cual uno sabe si está bien, o no, lo que hizo. La Razón deberá siempre ser pura, al tratarse de una Verdad. En el caso de vincularse con el odio a través de la venganza, sabremos que las Razones nunca fueron reales, porque con al odio sólo podrá llegarse con, y a través de mentiras. Citando “la Verdad es el objetivo, y el Amor, el medio para llegar a ella”, (Gandhi), lo daremos a comprobar. Aún así, cada caso deberá ser analizado meticulosamente, porque “cada persona, es un mundo aparte”, y así, me gustaría agregar, que incluso podríamos referirnos a Universos aparte. Cada persona tendrá un centro sobre el cuál girar, una órbita sobre la cual rotar; todos tenemos un lado más oscuro donde el Sol no se refleja en la Luna. De esta manera, es imposible presentarnos y explicar cómo funciona cada sistema solar dentro nuestro, y sabiendo esto, nunca iremos a ser capaces de conocer siquiera uno de los sistemas solares que representaría a la vida de nuestros pares. Nunca vamos a ser capaces de explicar todas nuestras Razones, y menos aún, de conocer las Razones ajenas. 
Así que, Su Señoría, ¿quién es usted para juzgar a mi clienta? ¿Habrá usted, pasado quince años, doce meses, quince días, una hora y cincuenta y dos minutos analizando el entorno y el fuero interno de mi clienta, para poder entender sus Razones? ¿Será usted la autoridad máxima, reconocida por fuera cual fuese la fuerza que controla el Universo de cada uno de nosotros? Y así mismo, ¿quiénes sos todos ustedes? Sentados en el estrado, haciéndose llamar el jurado, esperando para dar a conocer su sentenciado. ¿Quiénes se creen que son, para osar juzgar las Razones de mi clienta? ¿Cómo pueden ustedes, responder a una pregunta que debería realizarse ella, así misma? Mi clienta se declara a sí misma como Culpable. Pidiendo perdón, a su vez, mi clienta se declará culpable. Culpable de ser humana, de ser adolescente; de no saber equivocarse, y por eso equivocarse a lo grande. Culpable de ser insegura y de tener miedos, culpable de no querer enfrentar sus problemas, culpable de buscar soluciones rápidas y evasivas. Culpable de querer ser aceptada y no saber cómo. Culpable de tratar de ser ella misma y de buscarse. Culpable de haber cometido errores. No obstante, mi clienta no se declarará culpable de ser mala persona; mi clienta es culpable de ser una persona. Así como todos lo somos. Con aciertos y errores, con un Universo lleno de planetas y estrellas. “Que arroje la primera piedra quién nunca ha pecado”.

domingo

Nunca llevé decenas de pañuelos, nunca habrían sido suficientes.

Perdón por no saber qué decirte. 
Lamento sonreírte de costado y dedicarte ojos compasivos. 
Disculpa si es estúpido que vacile y te pregunte cómo estás. 
No sé si abrazarte.
No sé qué palabra será justa, ¿cómo consolarte, aún sabiendo que es imposible?
Es que, siéndote sincera, nunca supe cómo dar un pésame.

Te desconozco, te extraño; es que ahora sos un desconocido y un extraño.

Ibas a ampliar nuestros horizontes, nos ibas a hablar con la verdad espontánea que nace del corazón para ser traducida en palabras. Nos ibas a dar el impulso y la organización para poder llevar a cabo nuestras causas y revoluciones. Ibas a ser nuestro confidente y estratega. Ibas a liderar todas nuestras rebeliones, dispersas como cualquier deliberación interna, pero pura, al ser causada y fundamentada por principios inmutables y una ética moral sincera que vos nos habrías inculcado. Ibas a inspirarnos con arte, porque eso eras, un artista. Objeto de inspiración por ser un alma libre, con tu espíritu siempre joven y tu esencia limpia de las ideas que el sistema habría de influenciarnos para mantenernos presos. Pero vos nunca ibas a permitirlo, porque eras un guerrero. Un revolucionario, capaz de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida hacia cualquiera, la virtud más linda de un revolucionario. Me ibas a hablar de filósofos y pensamientos, y yo te iba a escuchar, porque vos no te ibas a contradecir nunca. De saber quién eras, y adónde querías llegar, yo te iba a admirar porque siempre lo ibas a tener en claro. Yo iba a querer ser como vos. Ibas a ser mi ídolo, el más grande. Eras un bohemio, un hippie, un liberal. Eras un genio de la vida. Eras una persona real. Habrías sido mi referente para todo, con tus errores de los cuales yo podría aprender, pero con tu corazón al cual yo siempre iba a seguir, por compartirlo, por bombear la misma sangre en un cuerpo con los mismos genes.
Debiste haber sido más valiente y más resistente. 
No hay máquinas del tiempo, ni contravientos que te hagan volver, porque ni aunque quisieras, podrías volver a ser el mismo. Ya te alejaste demasiado de quién eras, años luz de distancia. 
Yo no sé quién sos. Pero sé a quién extraño.




Está cansada y se quiere morir