lunes

La Ley de Murphy.

Lo más triste de tus monólogos tan insulsos y tan insípidos es el haberme dado cuenta de que lo son. Porque siempre fueron así, y nunca más voy a poder volver a escucharte como si algo me interesara. 

Cambié.
Pero vos te quedaste igual. 

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Está cansada y se quiere morir