jueves

El café, la bebida de la gente seria y adulta.

Llegar a fin de mes, pudiendo pagar cosas innecesarias que no cumplen otra función que no sea alimentar el capricho insaciable por consumir. Dejar cada montañita de polvo en el lugar indicado, que es el único y el ideal para cada cosa. Levantarse a las 8am y prender la tv, para empezar el día con las noticias, y apagarlo a las 11pm, una vez finalizada la programación chimentera. "Que fulanito se divorció, porque menganita lo engañó". La cena de los sábados con esos amigos de la familia que son insoportables, pero todo sea por mejorar el status social. La arrogancia que no te permite escuchar ni aprender, haciéndote sentir que ya las viviste todas y te sabés la enciclopedia de memoria. Los expedientes que quedaron incompletos, y el informe que el jefe nunca en su vida se va a tomar la molestia en leer.  Todo es no, todo es negativo, para todo es tarde, todo es resignarse.
El café todavía tiene sabor a adultez, tan amargo y aburrido.

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