martes

"Porteñolandia", más gente de ciudad.

Hay una mina durmiendo en la calle, tapada con una frazada. Su marido, un escalón más abajo, vende pulseras y trenzas de macramé.
Un flaco quieto, simulando ser arrastrado por el viento. Lleva una corbata y un saco que imitan la corriente del viento. Posa para las foto.
Se reventó una cañería subterránea en plena avenida 9 de Julio, y el agua sale a chorros por afuera del asfalto. Se rebalsa la calle y el agua desciende por las veredas.
Un chabón sentado en una silla. Tiene los brazos paralizados y no puede moverlos. Está pintando un cuadro con los pies. Una verdadera obra de arte. 
Una adolescente llorando en la esquina de una calle que no sé el nombre. Se sostiene en el semáforo y su amigo la consuela. 


Nadie pregunta por nadie. Nadie sabe nada de nadie. Nadie sabe qué pasa. A nadie le interesa...


La gente en Buenos Aires va y viene por todas las calles. Entran y salen de las galerías. Revisan ofertas de mercadería y cargan enormes bolsas de chucherías. Comen sánguches de milanesa, panchos y patys en los puestitos de la calle. Se apretujan en el subterráneo y se pelean por los asientos en el tren. Pasan los semáforos peatonales en rojo y se empujan en las "angostas" veredas. Se pisan los talones unos con otros, sacándose las zapatillas entre sí, y sin pedir disculpas. No dicen "buenos días", ni "hasta luego". 
La gente en Buenos Aires fuma muchísimo, grita cuando conversa por el móvil y habla con la boca llena de comida. No piensan, fuman. No conversan, gritan. No mastican, tragan.
La gente en Buenos Aires no mira a los ojos a la genteque camina por la calle. Lo comprobé. Nadie me miró a los ojos cuando yo los observaba, nadie me sonrió cuando yo le sonreí tímidamente. 
La gente en Buenos Aires siempre trata de venderte algo, en dónde sea. "¡Curitas! ¡Curitas a $3! ¡Diez curitas por $3!"; "¡Agua mineral, 7Up y Pepsi!"; "¡A los churros, las bolitas y torta fritas!". También tratan de venderte religión en el tren: "¡Porque el Señor, si no fuera por él, yo no podría caminar entre ustedes!". O no necesariamente "vender" en sí, si no, que tratan de "comprar" tu plata, tu lástima, "vendiendo" su miseria. Te llenan de folletos en plena vereda: dónde comer, la guía turística de no-sé-dónde, la promoción para ir 2x1 al zoológico de Luján y el cambio para dólares y euros.
Pero la gente de Buenos Aires nunca compra nada. La gente de Buenos Aires escucha música con sus skullcandies, lee el diario o se conecta al Facebook con sus celulares chetos.
La gente de Buenos Aires siempre está apurada, todos ocupados con sus propios tiempos. Seguramente sufren de ansiedad. 
Pero Buenos Aires es apenas una porción, representa una de las miles de millones de ciudades en el mundo. Y la gente de la ciudad siempre es la misma. Yendo y viniendo. Entrando y saliendo. Comiendo y cagando. Siempre lo mismo.


Me encanta. Adoro respirar en otro ambiente. Pero una semana ya es suficiente. 

2 comentarios:

  1. Me encanto hermosa ! Amo tu forma de escribir, me senti muy identificada en muchos aspectos , la ciudad no es lo mio.
    Volve !

    ResponderEliminar
  2. Me siento parte de la locura de la ciudad y a la vez me siento un bicho mas. Si habre regalado mi sonrisa, mi lugar, mis buenos dias y buenas tardes, mis hasta luego. Por el rio, el bondi, el shopping, la vereda, si habre mirado a tantas personas y haber mantenido un vinculo. El otro dia viaje 20 mins en el bondi y esos 20 mins me la pase mirando a un tipo que me devolvia la mirada, hasta que la mirada se volvio sonrisa. La gente en el bondi escucha musica, no la siente. yo bailo adentro del bondi, canto con el alma. Son cosas de pueblo que empezas a implantar, el bajarte en cualquier parada xq querias caminar un poco mas, pero tambien saber cuanto tenes que caminar de mas o de menos si te bajas en tal o cual lado esta en mi rutina.
    Soy una chica de pueblo disfrutanto la ciudad marcandole su impronta desde hace ya casi 3 años. Y no es ta tan mal como todos dicen, es cuestion de saber donde buscar, a esa persona con tu misma mentalidad, con las ganas de darte algun animal en origami o una sonrisa, o una charla en el bondi.

    ResponderEliminar

Está cansada y se quiere morir