sábado

Soy libre porque puedo escribirlo.

Olvidarse de los problemas para poder distraernos, o no olvidarlos para poder expresarlos. Es dejar que los pensamientos viajen y recorran cada recoveco dentro de nuestro fuero interno, para encontrar recuerdos y limpiar capas de polvo y telarañas. Es dejar que los pensamientos fluyan, para que nos hagan levitar, desafiando las leyes de la física y gravedad, para que podamos terminar en universos desconocidos, las famosas dimensiones paralelas, que la creatividad jamás limita, sino que alimenta. Nos damos la oportunidad de despegarnos de la realidad y encontrar un propio lugar dentro de nuestra imaginación. Un lugar donde sea posible respirar con los ojos cerrados, donde cada exhalación es un suspiro del alma, que sopla y que aleja dolores o preocupaciones; donde cada exhalación desprende ropa, desnudando el cuerpo y liberando al corazón. E inhalar es inspirar, pero inspirar al espíritu para que siga siendo osado, dando la valentía y los motivos necesarios para concretar la autenticidad de un propósito sincero, que no lucra, que es puro, porque es un sentimiento.

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Está cansada y se quiere morir