viernes

 acá ya no hay más luz

pero persisten pedacitos de ilusión


nado entre las baldosas flojas

y el techo que se cae

los restos de escombro resecan mi piel 

no entiendo mi ropa

no entiendo mi mudanza


no sé a dónde iría pero a cada momento me duele más

así es el dolor insoportable 

el que parece ser una despedida

un gesto de amor propio

regalarse la paz


alguna vez tuve disciplina

el mundo igual era una mierda


y ahora yo una fracasada 

haciendo dibujos y proyectos inútiles 


esperanza de pobre



domingo

 crecer no duele

comprender la verdad de que no importa tu esencia, tus sueños, no tanto como tus fotos o tus contactos, eso es desalentador. 

porque tengo todo eso

pero yo quería

ser valorada

por mis heridas

por mi vulnerabilidad

por mis roturas


no amaré a nadie 

sólo a mí misma