jueves

párpados abiertos


arde cuando la verdad te quita el pellejo,
no?
arde el cuerpo.
deben arderte las plantas de los pies,
las palmas de tus manos.
La cara, 
el pecho...
despellejados y
despellejadas.
Despellejada y
despellejado.

yo tenía párpados cerrados sobre mis párpados abiertos,
tenía
pestañas enredadas...
un macramé de pestañas.
y el enriedo
            enredó mi cerebro,
y el macramé (tu red) envolvió mi cráneo
    y los párpados cerrados
                 cerraron mi cabeza.

por eso a mí también me arde.
porque te miré fijo a los ojos durante mucho tiempo.
tanto tiempo...
tanto,
que,
un día,
estabas dentro de ellos,
y yo dentro de los tuyos.
y mientras vos ardías
yo ardía en tus ojos.
y mientras seguís ardiendo,
arden mis ojos de verte arder.
y me duelen los enriedos ardiendo,
arde el macramé que me envuelve.
Y duele,
lo que más me duele son mis párpados abiertos bajo mis párpados cerrados,
incluso ardiendo.
Duele,
más que todo,
más que el mundo corrompido,
más que vivir habiendo muerto,
ver a través de mis párpados abiertos:
verte ardiendo,
y no querer que ardas,
y no poder hacer nada...
     y en el fondo no querer hacer nada.
          y más dentro del fondo querer verte arder.
                y más al fondo de lo profundo saber que es porque te lo merecés.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Está cansada y se quiere morir