la mirada del amor verdadero ahre

nunca me voy a olvidar cuando me dijo que ya no tenía ganas de hablar de mambos ni de sugestiones-
no, ya sé, no era una charla atractiva,
pero era lo único que tenía,
o lo único que me permitía,
lo único que proyectaba
porque autopercibía.

todo lo que tenía
eran mis enrosques,
mis cuentos de terror,
las pesadillas que escribo,
cuadros sinópticos y listas que armaba después de la terapia,
filosofía suicida.
mambos y sugestiones.
me dijo que no a mí, a mí deshecha, a mí destrozaba, a mí mambeada y sugestionada.

no le resiento,
ni cambie mi forma de ser,
de entregar.
ahora entiendo que damos lo mejor que tenemos,
damos nuestro amor y nuestra luz,
nos regalamos en nuestros momentos de risa y de magia,
compartimos la sabiduría que la vida nos da
con esas personas que más amamos,
que queremos ayudar
a sanar
con nosotres,

y después,
después...
cae la noche,
abajo de la cama se escapan los fantasmas,
la maldición de ser bendecida,
la otra cara de la moneda,
y no cualquiera está preparade,
entramos en juegos complejos
de egos, de sesgos, de estructuras,
de traumas, patrones...
y no, no es para cualquiera,
por eso no le resiento.

en otro momento hubiera deseado,
que por lo menos no se olvidara,

que no me dejara morir,
que no me dejara petrificada
en una ex psicótica bizarra.

ahora no me importa,
no me importa haber muerto, o morir.
no me importa ser ex, ser psicótica bizarra,
no me importa lo que dejé de ser,
lo que ya no es, lo que no somos.

hoy la vida me concede
milésimas de segundo
que en tiempo de miradas es una eternidad,
eternidad para conocernos,
a nosotres a través de otres,

me concede
esta nueva conciencia más despierta
donde hallo invitación y propongo,
y no espero ni doy por supuesto,
situada en lo que es acá y ahora,
aceptando y permitiendo,
abriéndome a las posibilidades.

soy espontánea,
y puedo enamorarme de vos sin miedo,
sin tiempo,
sin lugar,
me alcanza una mirada,
pero no cualquiera,
es ésa.
y vos también te das cuenta.