la carencia se hizo obsesiva, la contracara de lo mismo que otras veces me hace apasionada. la densidad de mí tristeza, quizás lo que equilibra mi ternura. pero no las veo. parecen ilusiones la pasión y la ternura.
y tener deberes afuera de la puerta. cerrar la puerta, taparla con una frazada, esconderme de todos ellos en la cama y abrazarme en mil mantas, protectoras de mundo y responsabilidades.
pero es un error.
protegida del mundo como si quisiera atacarm
e,
asqueada de responsabilidades como si no fueran mi decisión consciente de perseguir mis sueños.
y yo
entre mantitas
¿cómo vas a poder verme?
no te vas a enamorar de mí cuerpo
porque no te dejo verlo.
no. no me gusta mi cuerpo.
pero no creo que todas estas mantas sean mi alma.
me da miedo ver mi alma.
perdón.
será en otra vida.
hoy me duele la panza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario