martes

 Me di cuenta de que realmente me gustaba ser de la calle. Me dolia cuando me sentía sucia o cansada. O me pesaban mis cosas. Pero ser de la calle fue lo más honesto que viví conmigo misma. No me gusta trabajar. Que me digan qué hacer. Que me digan que solo se debe vivir para trabajar. 

Ahora me siento patética. Y debo estar agradecida. 

Pero es terrible. 

Quiero volver a la calle. 

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