Se abre un vacío lleno de asuntos pendientes... Como quisiera ser capaz de creer que existe un cielo para poder hablarle a los muertos: íbamos a vernos el martes, Dario!, no entiendo.
Me entristece extrañarte, pero me hace feliz recordarte, porque tu alegría fue tan contagiosa que con tu recuerdo todavía se sigue contagiando. Ojalá hayas sabido lo mucho que te quise, y que por alguna magia sepas lo que te estoy extrañando.
Me das consuelo aún sin consolarme, tanto te esforzabas por hacerme reír y ahora me sacas sonrisas, me das fuerzas.
Ojalá, donde sea que estés...
No hay comentarios:
Publicar un comentario