martes

De las fisuras a veces brotan cosas hermosas

A través de la herida se ve el mundo de otra manera.
La profundidad del dolor más profundo es la sensibilidad, percibiendo, para gestar el acto de amor incondicional que da la chispa de creación a la existencia para todo lo que sobrevive: sanar. La inercia de amar es sanar, 
curar, 
cuidar. Proteger. 
La fortaleza no está en los cayos que aíslan a la piel de sus tactos; entre nervios me los arranco, evidenciando en mi ansiedad mi debilidad. En mi cigarrillo no hay seguridad sino la evidencia de mi inseguridad. En mi pinta artesanal no hay libertad sino la necesidad de liberarme. 
La fragilidad es lo único que reconozco bello por verdadero. 
Dejarse atravesar, interrumpir, corromper, dejarse perder, sin perder lo esencial que es ser real.

De las fisuras brotan las verdades, a veces cosas hermosas. 

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