Yo estaba re mal. Me había largado a llorar. Abrazaba a mi mamá y le decía que me quería ir. El hippie me vió. Se me acercó y me dió un anillo.
La moraleja de la historia:
"No todo tiene que estar tan mal.
Siempre hay algo bueno dentro de todo lo terrible.
No todo está mal.
Algo bueno te tiene que pasar.
Algo positivo tiene que haber."
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No hay foto del anillo porque lo perdí... |
Justo ayer, me sentía para la miérda. Entré al Bosque Chocolate con unas amigas y saqué un chocolate de muestra con relleno de maracuyá. Tenía 2 miseros pesos con 50 miseros centavos; el resto era para el cole. Le pregunté al dueño si por 2,50 me podía dar algo. Me preguntó qué quería, y lo pesabamos. Le dije el de relleno de maracuyá. Me regaló un peso, y una sonrisa. Me recordó que no todo está tan mal y nada es tan terrible.
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Los que vieron Zombieland entienden. |
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