martes

Poco a poco.

La valentía y el coraje eran las mentiras que me decía a mí misma para creerme fuerte. La fuerza también era una mentira, la voluntad una ilusión. Nada tenía un sentido, y peor aún, un significado. Las virtudes que quería para mí misma en mi vida no tenían valor sino un vacío que generaba mi desesperación, porque me sentía perdida, porque no me encontraba conmigo misma, no me quería ver y no me aceptaba. 
Poco a poco, aprehendiendo paciencia, entendí que el odio y el enojo son mecanismos de defensa frente al dolor, hoy me siento feliz, porque sé que lo único que me duele es aquello que amo. Hoy, antes de odiar amo, no me niego nunca más el amor que siento por miedo al dolor. Hoy, el dolor no es una condición ni un castigo, es una sana manifestación de que me importa algo en este mundo, un maestro de la vida, que me recuerda que estoy viva. Y prefiero llorar antes que gritar, prefiero que me duela antes que lastimar, porque lastimando a otros uno sólo se lastima a sí mismo. Cuidar de las personas que amo es amarme a mí misma, es cuidar los vínculos que quiero cerca por el resto de mi vida, es resguardar el amor que yo quisiera recibir, el amor del que me creo merecedora. 
Estaba perdida y sin embargo estando ahí, pero porque estaba negada y me privaba de mí. Hoy me permito ser y respeto mis sentimientos. Soy testigo de como cada experiencia me hace ser una construcción constante.
Soy testigo de cosas hermosas que pasan dentro mío, soy iluminada por algo raro que acepto sin necesidad de comprender, algo místico, algo mágico. Y siento que es amor, o algo muy parecido, creo que es algo incluso mejor. Siento que entre más de mí doy más crezco, como si rompiera con los límites de un cuerpo físico y mi esencia pudiera ser compartida con un alguna frase que de mi voz se desprendiera, para subsistir dentro de otros que a su vez dejan de lo suyo dentro mío. Y soy feliz si sonrío y alguien cerca mío sonríe, soy feliz si río y por mi ridiculez alguien más ríe. Quiero aprender y compartir. Reconocerme en otros entendiendo que todos somos iguales.
Ya no me siento sola, ni encerrada, y no me da miedo hablar de cosas oscuras, creo q es muy necesario 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Está cansada y se quiere morir