martes

mi primer poema de amor en mucho tiempo

dónde estás que no te veo,

por qué dejaste de quererme,

por qué pensaste que me fui

si siempre estoy acá

esperando tus besos,

esperando a que me toques

con el calor que emana tu sangre antes de rozarme.


no quiero saber de qué marca es la tiza con la que está dibujado el mundo,

me basta saber que es opaca, polvorienta, y que me causa alergia. 

estornudo porque mi cuerpo rechaza, me dice que huya. 

aunque amo estar ahí cuando soy yo la que baila contra el pizarrón. 


me hacés dudar y está tan bien

porque no te saco la ficha (o sí)

y sigo sintiéndome impactada, sorprendida,

y es tan divertido. 

me divierte tanto que el otro día de lluvia erupción solar salí a caminar persiguiendo los rayos de luz.

ablandaron mi cara y se derritieron mis ojos. 

se deshicieron mis párpados,

creo que mi frente brilló.

lloré por vos. 

como un bebé, o como una bebota. 

después me pareció muy hermoso así que reí muy fuerte. 

pasó una bici, un papá con su nene en el brazo.

el nene se dió la vuelta y se me quedó mirando.

el papá también se dió la vuelta y ambos se me quedaron mirando.

les regalé una sonrisa, tenían extrañeza en el gesto,

y se queda grabada la escena, ambos igualitos mirándome. 

mientras yo sonreía ese día que me rompiste. 


¿fue una hazaña para vos convertirme en esto? 

Ahora voy a catequesis y mi Dios es amor y es arte. 

Y en la Iglesia les digo que el único Dios que había conocido era el Arte, deidad a la que le ofrendo todo lo que auténtico que pueda yo ser, todo lo verdadera, hasta ahora aprendiendo a amar mis miedos, y cuidarme siendo una miedosa, una bebita zona de confort que toma leche con miel y pizca de pimienta blanca con sal del Himalaya. 

Decime si quisieras alguna vez te prepare una leche con miel y pizca de pimienta blanca con sal del Himalaya. 


Por siempre tuya, 

tu alma gemela. 


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