el tiempo del ayuno

tan disponible y rajásico, 

por mis poros, delirio místico.

el tiempo del delirio místico

tan rebosante de propósito y significativo,

tan confuso como certero,

ese sabor a locura y verdad,

medicina y canal. 

que confíe,

que pide ayuda,

que no sea orgullosa.

jamás entendí que significaba eso de los anillos caerse. 

la ayuda que recibí en mi niñez fue cara. 

haber nacido fue carísimo. 

entendeme,

no se trata sólo de un victimismo y maduración. 

son los karmas ancestrales que la voz sabia me explico ese día 

que estuve atrapada en un túnel sin arriba y sin abajo, infinita izquierda, infinita derecha. 

y a la vez una búsqueda muy personal. 

cuántas veces querían ellos manifestarse a través de mí,

me llamaron cobarde,

yo no soy un conquistador. 

yo soy una bebé,

yo soy una niñita, y también mujer.

no voy arrasar. 

primero me cuido, 

me mimo,

me acepto,

aprendo a no protegerme,

aprende a romperme, a no resistir, contra mí...

y a ser cada día más frágil. 

después descubro que ya no hay nada que romper,

solamente amor y un mensaje,

sensibilidad

del otro lado estás vos

para enseñarme que todos somos lo mismo,

y te recibo,

con este sentimiento para guardar donde algo nos hemos herido

no es como parece,

es más complicado y también interesante.