lunes

autorretrato

abriéndome las carnes
penetrando en las heridas

hacer del dolor
tu magia

tu gran truco.

que no es saber encontrar cuchillos
olvidados y escondidos en los rincones de la autodestrucción
que no es romper vidrio con las manos
sin manchar de sangre el piso.

la performance sería algo así como salir de mi ovillo,
nacer del centro de mi oscuridad,
ahí donde las cosas llegan para ser apuñaladas,
donde es placentero arrancarnos las pieles
y hundir las uñas en las carnes,
ahí dónde no existe nada
donde no estoy yo
ni estamos nosotres
pero ahí
donde en mi mente
la tortura psicológica es tan intensa
que alcanza a la humanidad entera,
ahí vemos que el mambo es tan fuerte
que si yo puedo sanar
el mundo entero podría ser libre.
y entender mi intensidad
como maldición
es un regalo
que me hace maldita
de estar bendecida.
entonces ahí
donde ya no existo
vuelvo a nacer.
de repente me veo.
a veces bien,
a veces mal,
pero siempre real.
tan real como me lo permitan mis ojos,
tan real como me lo permitan mis piernas,
para vernos,
para avanzar,
sea para adelante, o para atrás,
todos los pasos son hacia adelante.

mi gran truco
es despertar un día
de haber estado mucho tiempo en el infierno,
y ver
en el fuego
vida,
cuentos, magia.
y ver
en la muerte
la entrega,
celebrar la muerte, enterrar dignamente,
y ver
en el caos
belleza,
que es horrible, asfixiante, desesperante,
pero hermoso, genuino, profundo,
espejo diamante de alma,
corrompide, dolide, sensible, libre...
y bailar.
bailar mi fuego, mi infierno interno,
el que veo y me reconoce,
el que veo y que abrazo.
bailar mi muerte,
despedir mis pedazos putrefactos,
despedir mis huesos rotos,
despedir mis órganos inertes,
despedir mis miembros,
mi esqueleto,
mi materia.
soltar.
aterrizar me eleva.
bailando.
porque la primera vez que colé pepa
entendí
que las drogas eran un atajo al cielo
a través del infierno,
y que la única forma de salir del infierno
es bailando.
danzando tu locura,
danzando tu muerte,
danzando tu infierno,
tu dolor, tu carne.

danzá tu muerte, chica pies de piedra.
la piedra no arde en las brasas.

maldita de mi mente,
bendecida de mi corazón,
besada por el cielo en la frente, en el pecho y el clitoris.
tomada de la cara por los rayos, mimos, del sol, calor,
que dentro mío me dice
que cree, que ame, que brille, que irradie, que brote, que explote, que transite, que trascienda,
que el mundo necesita entender de lo que somos capaces cuando tenemos coraje. 

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Está cansada y se quiere morir