a veces me peleo con mi arte
a veces me peleo y lo odio
me avergüenza y lo abandono
me avergüenza
tanto
que te pateo 3 finales
de cursadas re heavys
hasta el punto de perderlos
con tal de no ver ni mostrar mi arte

y la vida
o la muerte
me corren
y milagrosamente cambia el reglamento de bellas artes
por noséqué quilombo con los terciarios
entonces mi arte me llama
me pide
llora
se rompe
me ruega
que lo toque

a veces me peleo con mi arte
lo odio y me avergüenza
y me avergüenza odiarlo tanto
y odio sentir tanta vergüenza

entonces
aparece mi tía mágica
y me cuenta
que estoy llena de granos porque siento vergüenza de mí misma
que mis horribles granos son mi horrible odio
mi horrible rechazo:
que no quiero que te acerques
no quiero que me veas de cerca
no veas mis defectos
no me veas
así que te describo todo
todo todo
pero desde lejos
y sin que puedas sentirme

dice mi tía mágica
que mi hipermeotropía también es porque no quiero ver de cerca
que mi estrabismo es por mirarme demasiado a mí misma

y cuando faltan solamente dos meses
para la última mesa de mis finales
me acerco a mi arte
y recito
que poco importa lo que yo enjuicie
poco importa lo que a mi me avergüence
porque no vine a esta vida
a mandarme sola ni vivir por mí misma
que 4 millones de años de proceso evolutivo
poco tienen que ver con el odio y la vergüenza
odio y vergüenza son puentecitos
que si aprendo a transitarlos y despedirlos
mi único propósito es sanar
para aportar sanación al proceso colectivo
para disminuir el sufrimiento
y por eso me toca hacer arte
para darle a tus ojitos de niñito bonito
un lugar donde puedan habitar
a salvo
de la frialdad del inhóspito individualismo
para que te distraigas
del mundo cruel y corrompido
plegado sobre sí mismo

te regalo mi arte
para que puedas verte
para que puedas rechazarte
para que puedas preguntarte
dudar
sentir
incomodidad
emoción
conmoverte o liberar tu asco
te regalo mi arte
para que juegues a proyectarte
y así quizás responder alguna pregunta esencial de tu existencia