lunes

retomando nuestra charla con mi proyección imaginaria de vos

me quedó dando vueltas eso que dijiste sobre la basura,
que no era ni linda ni fea,
que simplemente estaba,
así como estaba dentro mío
y tenía que aceptarla sin juzgar.

algo así no?
me llegaron a lo hondo tus palabras,
súper amplio
y tan reales como la realidad misma.

pero me di cuenta de que no aplican a mí.

de casi todos los lugares a los que voy me llevo algo,
no todo lo que veo,
pero hay cosas que me piden ser vistas,
lavadas,
guardadas,
llevadas conmigo,
a mi casa...

y cuando estoy un día en mi habitación,
y de repente me ilumina la necesidad vital 
de hacer algo,
la necesidad vital de ser genuina,
de usar mis manos,
ser quién manifieste el conjuro mágico que es la creación,
tan divina como la mismísima creación,
ahí entonces en mi bolsa de basura,
que ya no es basura,
porque está lavada,
guardada,
conmigo,
en mi casa...
ahí para mí,
esperándome de alguna forma,
esperando por recibir alma,
para ser devuelta a la vida en una nueva forma,
que sea suya, libre,
porque es lo quiero permitirle,
a ese algo,
descartable,
sucio,
reemplazable,
objeto de consumo,
representante de un concepto de la cosmovisión occidental capitalista,
ya desplazado para siempre de la vida útil,
que sepa lo hermoso que es haber sido venidos al mundo,
que no es una cosa,
que si existe en el mundo
merece tener su esencia,
merece ser hermose,

porque todo lo que existe tiene su propia esencia,
y es hermose.

niño, yo mi basura la reciclo.
y mi basura interna también.

todo en esta vida transmuta,
"la energía no se construye ni se destruye, sólo se transforma",
nos dijo el profe de fisico química en 1er año,
ese que estaba re bueno
ahre

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Está cansada y se quiere morir